A partir de junio de 1919 se presentarán los tratados resultantes de las conversaciones previas para su firma a los países derrotados. El principal resultado de su trabajo será el Tratado de Versalles (28 de junio 1919). Es firmado en el Palacio de Versalles por representantes de Alemania y los Aliados. Establece las condiciones de paz con Alemania. Por el hecho de la rendición y de constituir un nuevo régimen, Alemania, que no se considera más culpable que otros países, esperaba una paz negociada en vez de los duros términos impuestos en este tratado. Pero los aliados están determinados a recibir compensaciones por sus pérdidas y asegurarse de que su enemigo nunca volverá a constituir una amenaza. Por consiguiente, Alemania pierde Alsacia y Lorena a favor de Francia, devolución del Ducado de Schleswig a Dinamarca y de la región de Alta Silesia y Posnania, cuya salida al mar, Danzig, alcanza el estatuto de “ciudad libre”. También pierde sus colonias y tiene que ceder sus instalaciones siderúrgicas, líneas ferroviarias y barcos mercantes, así como su fuerza naval. Alemania tiene que limitar su Ejército y someterse a la ocupación aliada de Renania durante 15 años. Al aceptar el Tratado, el nuevo gobierno alemán queda desacreditado ante sus ciudadanos, lo que paralizará sus oportunidades de éxito.
REPÚBLICA DE WEIMAR (1918-1933)
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El tratado altera por completo el mapa de Europa Central.
El tratado altera por completo el mapa de Europa Central. Alsacia y Lorena (conquistadas por Alemania en 1871) se devuelven a Francia. El Sarre, una importante zona alemana de minas de carbón, cae bajo la supervisión de la Sociedad de Naciones durante quince años. También Renania iba a quedar ocupada durante quince años por las tropas aliadas antes de desmilitarizarla por completo. Pero los cambios territoriales más significativos se dan en el Este: Polonia reaparece en el mapa de Europa, integrada por territorios segregados de Alemania y la Unión Soviética. La pérdida más controvertida para Alemania es el «corredor polacci», una franja de tierra cedida a Polonia para permitirle el acceso al Báltico, lo que se considera vital para el nuevo Estado. El puerto de Danzig se convierte en zona franca bajo el control de la Sociedad de Naciones; pero Polonia podrá utilizar sus instalaciones. Si en 1914 había en Europa 17 monarquías y 3 repúblicas, en 1919 son 13 repúblicas y trece monarquías. Se crearán nuevos estados europeos sobre las ruinas de los extintos imperios ruso y austrohúngaro (Finlandia, Letonia, Estonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia), basándose en el principio witsoniano de las nacionalidades.
Alemania ha perdido después de la Gran Guerra una cantidad de territorio muy importante; a pesar de todo, queda intacto casi todo el núcleo de población.
Alemania ha perdido después de la Gran Guerra una cantidad de territorio muy importante; a pesar de todo, queda intacto casi todo el núcleo de población y del potencial económico de Alemania. Alemania sigue siendo la mayor potencia económica del continente, superada sólo por la Unión Soviética en cuanto a cifras de población. Queda la potencia latente de la nación, dispuesta a crecer en los años treinta, en cuanto HITLER le dé un impulso agresivo. Lo peor de todo es que los alemanes han de aceptar la plena responsabilidad como causantes de la guerra y, consecuentemente, pagar cuantiosas indemnizaciones en concepto de reparaciones de guerra. Estas últimas provisiones, en particular, causan rencor entre la población; los alemanes no se consideran más culpables que otros y no pueden pagar todo lo que se les demanda. El Tratado de Versalles, comprensible desde el punto de vista aliado, no asegura una paz duradera. Alemania ni es aplastada por completo ni es reintegrada en la comunidad internacional.
La paz se ha restablecido en Europa con el trágico balance de cuatro imperios hundidos o disueltos: Alemania, Austria-Hungría, Rusia y Turquía otomana,
La paz se ha restablecido en Europa con el trágico balance de cuatro imperios hundidos o disueltos: Alemania (dinastía Hohenzollern), Austria-Hungría (Habsburgo), Rusia (Romanov) y poco después la Turquía otomana, con los vencedores franco-británicos maltrechos y Rusia convertida en el primer estado formalmente comunista de la historia, tras la revolución bolchevique de 1917. El Tratado de Versalles y los siguientes de Saint Germain, Trianon, Sevres y Neuilly modificarán las fronteras en el centro del continente y en el Oriente Próximo en favor de los estados vencedores y de sus aliados. El triunfo de los aliados se identifica, por otra parte, en el campo de los vencedores con el de la democracia. De hecho, Estados Unidos justifica su intervención en la guerra europea para luchar por la “revolución democrática mundial”.
El clamor alemán por la severidad del Tratado de Versalles tiene su eco, en los países victoriosos. Los grupos llamados liberales denuncian el Tratado.
El clamor alemán ante la excesiva severidad del Tratado de Versalles tiene su eco, dentro de los países victoriosos, entre grupos germanófilos y pacifistas que desde el primer momento se han manifestado en contra de la guerra. Casi todos los grupos llamados liberales denuncian el Tratado y muchos de ellos abogan por la reducción de las reparaciones y la devolución de las colonias.
Entra en vigor la nueva constitución para la República de Weimar (Alemania) (1919-1933).
La Asamblea Nacional, elegida en enero de 1919 en Weimar, promulga una nueva constitución del Reich que, en la fecha, entra en vigor. En esta Asamblea, la mayoría está integrada por tres partidos eminentemente republicanos: los socialdemócratas, el Partido Democrático Alemán y el Centro. Al período de la historia alemana que se inicia y que comprenderá desde el hundimiento del régimen imperial (1919) y la subida al poder de HITLER (1933), se conocerá como República de Weimar. Pero, a lo largo de los años veinte, tanto en el parlamento como en el pueblo, adquirirán cada vez más importancia aquellas fuerzas que adoptan una posición de cierta reserva frente al estado democrático. La República de Weimar es una ‘república sin republicanos’, furiosamente combatida por sus enemigos y defendida sin entusiasmo por sus partidarios. Sobre todo la penuria económica de la posguerra y las gravosas condiciones impuestas por el tratado de paz de Versalles, que Alemania se ha visto obligada a firmar en 1919, dan origen a un profundo escepticismo con respecto a la República. La consecuencia es una creciente inestabilidad en el ámbito de la política interna.
Se registra en Alemania un intento de «putsch» organizado por el político reaccionario Wolfgang Kapp.
En una fecha tan temprana como el 13 de marzo de 1920 se registra un intento de «putsch» (palabra alemana que designa un levantamiento de limitadas proporciones) organizado por el político reaccionario Wolfgang Kapp. Kapp se apodera de Berlín, se autoproclama canciller y se dispone a restaurar la monarquía, mientras el legítimo gobierno huye de la capital precipitadamente. Pero una huelga general obliga a Kapp a abandonar al cabo de cuatro días, y ha de escapar a Suecia.
Tratado de Trianón: Tratado firmado en el Gran palacio de Trianón de Versalles. Sobre Hungría.
Tratado de Trianón: En virtud de este tratado firmado en el Gran palacio de Trianón de Versalles, el 4 de junio de 1920, los Aliados victoriosos de la Primera Guerra mundial, distribuyen a su antojo los territorios de Hungría (además de las colonias y otras posesiones alemanas). El caos que sigue a la disolución del Imperio Austro-Húngaro retrasa la firma del tratado con los Aliados (excepto con Rusia y con los EEUU.). Se reduce el territorio y la población de Hungría a aproximadamente un tercio del original, quitándole casi todas las áreas donde la población no es 100% húngara. Rumania recibe Transilvania, parte de la Gran Llanura adyacente y parte del Banato, incluyendo la ciudad de Temesvar (Timisoara). Se forma Checoslovaquia, uniendo Bohemia y Moravia con los territorios montañosos del norte, parcialmente habitados por eslovacos y rutenos. Austria anexa Burgenland (la franja occidental del Transdanubio con su larga colección de fortalezas y castillos); de esta zona devolverán la ciudad de Sopron, luego de un plebiscito en 1921 (el único que se celebrará). Por el Tratado de Trianón, 3 millones de húngaros se convierten en súbditos de los Estados vecinos.
La Ciudad libre de Dánzig es una ciudad-Estado autónoma establecida en la actual ciudad polaca de Gdansk.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial en (1919), la ciudad de Dánzig se ha convertido en un centro de disputas territoriales. Por un lado, Alemania reclama el territorio por su inmensa población de origen germano; y por el otro, Polonia reclama la ciudad por ser su única vía de acceso al Mar Báltico. Su origen legal se encuentra en la firma del Tratado de Versalles (1919) (artículos 100-108). De acuerdo con ello, la Ciudad libre de Dánzig es una ciudad-Estado autónoma establecida el 10 de junio de 1920 en la actual ciudad polaca de Gdansk (de 1772 a 1920 parte de Prusia). Dánzig deja de formar parte de Alemania y queda bajo la tutela de la Sociedad de Naciones. En lo referente a Polonia, la ciudad de Dánzig debe garantizar a los buques polacos un trato de igualdad; más adelante, el 13 de agosto de 1932 y el 18 de septiembre de 1933 se establecerá una regulación para los buques de guerra polacos.
Una parte de la provincia del ducado de Schleswig-Holsteinle, la parte septentrional, es oficialmente reunificado con Dinamarca.
El 15 de junio de 1920, el norte de Schleswig fue oficialmente reunificado con Dinamarca (Jutlandia Meridional) gracias al Tratado de Versalles, al final de la Primera Guerra Mundial en 1918. El resto de Schleswig permaneció como parte de Schleswig-Holstein, ahora como provincia del Estado Libre de Prusia.