CARLOS IV, creyendo que GODOY ha huido, le destituye. El gentío aplaude al rey. Pero fustigado por el hambre y el frío, GODOY sale de su escondite, siendo descubierto por los guardias del palacio y por el gentío, que de no ser por la intervención del Príncipe FERNANDO y las tropas reales hubiera sido linchado. CARLOS IV encarcela a GODOY y asustado por estos acontecimientos, abdica, en la fecha, a favor de su hijo FERNANDO VII. En Madrid y otros lugares se producen alborotos contra propiedades del caído y contra sus amigos.
FERNANDO VII el Deseado (Rey de España) (1808 /1813-1833)
Total de piezas: 115
Rey de España entre marzo y mayo de 1808 y, tras la expulsión del «rey intruso» José I Bonaparte, nuevamente desde diciembre de 1813 hasta su muerte, exceptuando un breve intervalo en 1823, en que fue destituido por el Consejo de Regencia.
NAPOLEÓN ha ido situando en España fuertes contingentes militares. MURAT entra en Madrid.
NAPOLEÓN ha ido situando en España fuertes contingentes militares (unos cien mil hombres) que se adueñan prácticamente de importantes plazas estratégicas, tales como Figueres, Barcelona, Pamplona, San Sebastián. Teóricamente vienen como aliados contra Portugal cuya conquista y reparto es objeto de negociaciones. Este abuso evidente -los franceses proceden a desarmar a los soldados españoles siempre que es posible- concita contra ellos odio y resistencia más enconados que en 1794. Joaquin MURAT, cuñado de NAPOLEÓN y su Lugarteniente general en España, entra, en la fecha, en Madrid al frente de las tropas francesas, siendo bien acogido por los madrileños que le creen un protector de la causa del rey FERNANDO VII. De todas maneras, tras esta ocupación, el Gobierno español convertirá a San Fernando (cerca de Cádiz) en su sede de gobierno.
Manuel Godoy es encerrado en Villaviciosa.
Manuel Godoy es encerrado en Villaviciosa. Pronto caerá en manos de los franceses. Ha empezado la cuenta atrás del 2 de mayo.
Entra en Madrid FERNANDO VII el Deseado.
Entra en Madrid FERNANDO VII el Deseado.
Abdicaciones de Bayona de toda la familia real española a favor de Napoleón.
CARLOS IV, que tan sólo unos días antes ha abdicado en su hijo FERNANDO, pretende ahora -aconsejado por MURAT- invalidar la abdicación, pero FERNANDO niega todos los derechos de su padre al trono. NAPOLEÓN, consigue (obliga) que padre e hijo se reúnan, en la fecha, en Bayona a discutir el tema y dispone -«Abdicaciones de Bayona»- que salgan también de Madrid los demás miembros de la familia real. Finalmente, bajo presión de Napoleón, Fernando VII firma en Bayona su abdicación al trono de España a favor, otra vez, de su padre Carlos IV, que previamente ha cedido sus derechos a Napoleón quien, a su vez, tiene previsto proclamar rey de España a su hermano José. La ridícula pantomima fue una de las causas determinantes del rechazo español a todo lo francés, pese a lo cual la nobleza española aceptó al nuevo monarca.
CARLOS IV y GODOY salen hacia Fontainebleau y de allí a Italia. FERNANDO parte hacia Valençay.
CARLOS IV y GODOY salen hacia Fontainebleau y de allí a tierras italianas. FERNANDO VII parte hacia Valençay, donde permanecerá seis años vigilado. GODOY, en Italia, habiendo ya fallecido su primera esposa, se casará con su amante Pepita Tudó y ve como todos sus bienes son confiscados por el rey FERNANDO VII. Vivirá de una pequeña pensión gracias a Luis Felipe de Francia.
Al despertar la mañana del día dos de mayo de 1808, el pueblo de Madrid está relativamente tranquilo.
Al despertar la mañana del día de la fecha, el pueblo de Madrid está tranquilo, sólo un grupo de gente se ha reunido frente al Palacio Real. Hacia la 8h30m, la reina Mª LUISA de Borbón, acompañada de sus hijos, sube a un coche ante la indiferencia general. Los acontecimientos se precipitan cuando un tal José Blas Molina consigue penetrar en el edificio y asomarse a uno de sus balcones para gritar: «¡Que se llevan al infante!» (Francisco de Paula de Borbón: menor de los hijos del rey de España Carlos IV). Acto seguido las gentes, irritadas, entran en palacio mientras otros cortan las correas del carruaje para impedir la partida de la familia real y manifiestan su indignación contra los franceses. MURAT, enterado de los acontecimientos, envía a algunas fuerzas a la Plaza de Oriente para aplastar lo que considera un motín y se dispara contra las gentes indiscriminadamente. Entonces, el pueblo de Madrid entero se lanza a la calle.
Fusilamientos del 3 de mayo, captados por Goya, reflejan el horror del momento en Madrid y España.
Fusilamientos del 3 de mayo en la montaña del Príncipe Pío, captados por Goya, reflejan el horror del momento en Madrid y España
Desde Francia, FERNANDO VII felicita a NAPOLEÓN por sus triunfos militares sobre los españoles.
JOSÉ I vuelve a ser repuesto como rey de España. Desde su «jaula de oro» en Francia, FERNANDO VII felicita a NAPOLEÓN por sus triunfos militares sobre los españoles. Respecto al advenimiento al trono español de JOSE I, llega a escribirle: «No podemos ver a la cabeza de ella (España) un monarca más digno ni más propio para asegurar su felicidad…».
Austria invade Baviera (que sigue siendo un títere de Francia).
Prusia y, hasta cierto punto, Austria están escarmentadas por sus derrotas de 1805 y 1806, y se afanan en reformar sus instituciones de gobierno y en tratar de que sus ejércitos sean más eficaces y se amolden cuanto antes a los principios a los que se ha atenido el propio NAPOLEÓN. Friedrich Karl von Stein se muestra particularmente activo en la reforma de Prusia, y cuando Napoleón le obliga a dimitir de sus cargos en 1808, huye a Austria y después a Rusia, manteniendo siempre una irreductible oposición al emperador francés allá donde vaya. El embajador austríaco en Francia, Klemens Wenzel von Metternich, aguarda atento cualquier oportunidad de oponer resistencia a Napoleón. El cúmulo de tropiezos que Napoleón tiene en España brinda a Austria esa oportunidad, y la consiguiente esperanza es alimentada por los británicos, siempre dispuestos a brindar ayuda financiera a cualquier nación que desee combatir al francés. El 9 de abril de 1809, Austria invade Baviera (que sigue siendo un títere de Francia), y Napoleón ha de apresurarse a prestar atención al Este, dejando incompletas sus operaciones en España.