ALARICO II (484-507), hijo de Eurico I, es nombrado rey de los visigodos. Establecerá su capital en Tolosa, dentro del llamado reino visigodo de Tolosa. Arriano.

En el valle del Ebro, algunos campesinos no aceptan la presencia de los visigodos e intentan resistir. Conocemos el nombre de dos cabecillas que corren suerte pareja: uno es un tal Burdunelo, que es capturado y llevado hasta Tolosa, donde es quemado dentro de un toro de bronce en el año 496, y el otro se llama Pedro, a quien una vez vencido en el 506 se le corta la cabeza. Ambos casos son aireados por los visigodos en Zaragoza y en otras ciudades para desalentar a sus detractores y evitar que otras gentes sigan el ejemplo de estos rebeldes. El imperio romano ya no existe pero las gentes siguen viviendo al viejo estilo romano. Todavía a principios del siglo VI se celebrarán en Zaragoza espectáculos de circo.

De la época visigoda no se conservarán documentos de la población de Elvira o lliber (Granada), aunque sí monedas y medallas, lo que nos hace intuir que Iliberis sigue siendo la capital de la provincia, al igual que en la época romana, más aún cuando aumenta su poder militar y desciende la importancia de otras poblaciones del Imperio debido a la invasión de los bárbaros. Iliberis comparte asentamiento con Garnata Alyejud, que es más una barriada que una población autónoma, ocupada principalmente por judíos y que se alza en la frontera de la Alcazaba de Iliberis.

ALARICO II, recogiendo la tradición del Código de Eurico, promulga la “Lex Romana Visigothorum” o “Breviario de ALARICO”, que resume toda la legislación aplicable a sus súbditos hispanorromanos y galorromanos, no afectados por el Código de Eurico que sólo se aplica a los godos del reino. El nuevo código -en latín- contiene leyes del Código de Teodosio II y diversas Novellae de otros emperadores romanos. Los”Iura”, comentarios a las leyes, recogen la labor de juristas como Gregorio y Hermógenes, Gayo, Paulo y Papiano, acompañadas de otras interpretaciones.

ALARICO II, rey visigodo, se convierte al arrianismo; este hecho proporciona al jefe de los francos, CLODOVEO I, que es católico, una excusa para declararle la guerra. Éste último cruza -en la primavera del 507- el río Loira y derrota -apoyado ahora por los burgundios- a los visigodos en la batalla de Vouillé, cerca de Poitiers, en la que muere el rey visigodo a manos del propio CLODOVEO, poniéndose así fin al reino visigodo de Tolosa (Aquitania) -a pesar de la enconada resistencia de algunas ciudades como Arlés, Narbona y Carcasona- que es incorporado al dominio franco.