HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA. De Constantino al Concilio de Trento (313 - 1545)

Total de piezas: 2711

Historia de la Igleisa CatólicaHISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA. De Constantino al Concilio de Trento (313 - 1545)

La Repúbica de Florencia, ferozmente antifrancesa, grava al clero con unos impuestos claramente ilegales.


La Repúbica de Florencia, ferozmente antifrancesa, grava al clero con unos impuestos claramente ilegales, mientras se producen actos de violencia contra buen número de sacerdotes, que quedan impunes. La Señoría -el Senado de la ciudad- se alía con Milán, Bolonia y otras ciudades -la Liga Toscana- y se enfrentan al Papa y a sus legados, que eran franceses. GREGORIO XI -que está en Aviñón- invita a los 59 jefes de la Liga a parlamentar con él, pero sólo tres acuden a Aviñón. Entonces, irritado, pone a Florencia en estado de entredicho.

El Inquisidor EYMERIC se encuentra en Aviñón redactando su Directorium Inquisitorium cuando llega a la ciudad CATALINA de Siena.


El Inquisidor EYMERIC se encuentra en Aviñón redactando su Directorium Inquisitorium cuando llega a la ciudad CATALINA de Siena acompañada de sus amigos, envuelta en el hábito de su Orden, luego de atravesar los Alpes. Lleva el estigma de las llagas de Cristo y vive solamente del Santo Sacramento. Anima al papa GREGORIO XI a que vuelva a Roma, recordándole la promesa que le ha hecho en cierta ocasión, cuando era aun cardenal, de restaurar la cátedra de S. Pedro si llegaba a ser Papa. La Inquisicón comienza a realizar sus investigaciones sobre CATALINA mientras está en Aviñón. El pueblo ha empezado a murmurar que ella puede ser, despues de todo, una de aquellas falsas místicas que parecen ser santas sin serlo y están llenas de herejía y de todas las locuras.

CATALINA de Siena es interrogada por tres inquisidores. Indudablemente no hallan herejía en ella.


Un día llaman a CATALINA de Siena tres inquisidores; uno de ellos es un arzobispo franciscano. No está claro si el propio EYMERIC es uno de ellos precisamente. La hacen toda clase de preguntas acerca de sus éxtasis, sus ayunos, sus creencias… Indudablemente no hallan herejía en ella. Una cosa es criticar la vida de los Prelados, e incluso hacer advertencias al Papa en su propia cara, y otra, del todo distinta, negar la autoridad de la Iglesia y del Vicario de Cristo.

Se forma un movimiento de opinión que quiere el retorno del papa a su residencia natural, o sea, Roma.


Sin embargo, se forma un movimiento de opinión que quiere el retorno del papa a su residencia natural, o sea, Roma. CATALINA de Siena (1347-1380), a partir de entonces, se dedica con renovados bríos a la tarea fundamental que la ha llevado a Francia: convencer al Papa para que regrese a Roma. Su principal argumento es que el sucesor de San Pedro es obispo de Roma y debe regresar a su diócesis… Incansable, suplica, amonesta, anima e incluso amenaza a GREGORIO XI -que es un hombre bueno, pero dubitativo y débil- y, a la postre, logra su propósito.

Por fin proveniente de Aviñón, entra el Papa en la Ciudad Santa, montado en una mula blanca.


Por fin llega el día de la gran victoria de CATALINA de Siena, cuando el Papa GREGORIO XI -a pesar de las protestas y la resistencia de los cardenales franceses- abandona Aviñón. Por fin, en la fecha, entra el Papa en la Ciudad Santa, humilde, desarmado, montado en una mula blanca. El pueblo baila de alegría y las flores llueven sobre el que vuelve del destierro. Aviñón hasta la Revolución Francesa, permanecerá administrada por un nuncio pontificio: durante este periodo, verdaderamente feliz, la ciudad se embellecerá con iglesias, monumentos y hoteles. Sólo dos acontecimientos turbarán su vida: uno terrible, la peste del 1721 que dejará con vida solamente un cuarto de los habitantes (que eran 80.000); el otro, en el 1791, es la reunión de la ciudad y del campo aledano Venassino a Francia.

Pero el retorno del papa a Roma no ha puesto fin a las hostilidades.


Pero el retorno del papa GREGORIO XI a Roma no ha puesto fin a las hostilidades. Al contrario se agravan debido a los sucesos de Cesena en los que el cardenal, y futuro antipapa Clemente VII, ordena masacrar a la población soliviantando de tal modo al pueblo romano que el Papa se ve nuevamente obligado a salir de Roma y volver a Aviñón a finales de mayo de 1377.

El papa GREGORIO XI vuelve nuevamente a Roma.


GREGORIO XI vuelve nuevamente a Roma el 7 de noviembre de 1377. Después de Aviñón, cuando los Papas establecen de nuevo su sede en Roma, preferirán instalarse en la Basílica de Santa María de Trastevere, dejando el Palacio de Letrán. Posteriormente se trasladarán a la Basílica de Santa María la Mayor y finalmente a la Ciudad del Vaticano, donde entre los siglos XV y XVI, construirán una verdadera ciudad santa que comprenderá la nueva basílica y los palacios pontificios.

Pero en Roma el entusiasmo no dura mucho.


Pero en Roma el entusiasmo no dura mucho. Las rencillas, las facciones y la indisciplina del populacho amenazan con hacer fracasar los intentos de restablecer el orden. GREGORIO XI, amargado, empieza a vacilar de nuevo y CATALINA de Siena corre en su apoyo, logrando restablecer la paz con Florencia y acabar con la Liga.

Fallece en Girona el Inquisidor EYMERIC.


El Inquisidor EYMERIC, mientras tanto, había regresado a España a un convento de dominicos de Girona, dedicándose a luchar contra la obra del místico mallorquin Ramón Llull, la cual, seis décadas después de la muerte de su autor, gozaba de una gran popularidad hasta en los más elevados lugares. EYMERIC no oculta su convicción de que Llull había sido uno de los herejes más peligrosos, y su intención de obligar a los lulistas a abjurar de sus errores o atenerse a sus consecuencias. Hasta su muerte en 1378 se dedica a luchar principalmente contra los lulistas y también contra VICENTE FERRER contra quien abrigaba un formal cargo por decir con poca discreción que Judas podía haberse salvado.

El Papa GREGORIO XI muere poco antes de que se firme la paz con Florencia.


El Papa GREGORIO XI muere poco antes de que se firme la paz con Florencia. Sólo su muerte le impedirá un deseado retorno a Aviñon ya que se siente amenazado en su propio palacio. GREGORIO XI es el último Papa del periodo aviñonense y el último papa de nacionalidad francesa de la historia. El tenso clima político que ha hecho a GREGORIO XI adoptar medidas excepcionales para la elección de su sucesor, se convierte en anarquía cuando se conoce su fallecimiento. Ha condenado las doctrinas del reformador inglés John Wycliff. Por parte francesa se realizan presiones muy importantes para lograr que el nuevo electo regrese a Aviñón cuyo abandono ha sido considerado como transitorio por la Monarquía francesa; no obstante, es el ambiente romano el que realmente pesará en los graves acontecimientos que acompañan la elección. Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Novus de virgine forti (El nuevo de virgen fuerte), cita que hace referencia a su título nobiliario de conde de Beaufort y a que fue cardenal de St. Marie la Neuve antes de ser elegido pontífice.