ABDERRAMÁN II (Emir omeya) (822-852)

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El emir ABDERRAMÁN II -en 845- ordena proteger la ciudad de Sevilla con sólidas murallas.


Después del saqueo y pillaje a que ha sido sometida Sevilla por los wikingos en 844, el emir ABDERRAMÁN II -en 845- ordena proteger la ciudad con sólidas murallas. Estas murallas árabes vienen a sustituir a las romanas que habían desaparecido tiempo antes. Se construyen en piedra y su trazado se amolda al recodo que dibuja el río Guadalquivir. Más de cinco puertas comunican el recinto amurallado con el exterior: la puerta de la Macarena, la puerta de Córdoba, la puerta de Carmona, la puerta Real, la puerta de Jerez y otras menos importantes.

Ante la creciente islamización, varios cristianos de Córdoba insultan a Mahoma buscando el martirio.


En la numerosa comunidad mozárabe de Córdoba surgen dos fundamentalistas, el obispo EULOGIO y el escritor ÁLVARO, que comprueban día a día, consternados, la creciente islamización de la sociedad. EULOGIO y ÁLVARO no pueden consentir tal cosa, así que consiguen que trece aspirantes al martirio, se presenten ante la autoridad islámica para insultar a MAHOMA. Es un modo expeditivo de buscar el martirio puesto que en el islam la blasfemia está castigada con la muerte. Ocurre lo que tiene que ocurrir: las autoridades religiosas dictan sentencia y los blasfemos, en la fecha, son ejecutados. Al olor del martirio, el fundamentalismo cristiano crece y nuevos aspirantes a mártires dan en presentarse ante los jueces. Como este movimiento crea un problema de orden público y envenena las relaciones entre las dos comunidades, el propio ABDERRAMÁN II ha de tomar cartas en el asunto y solicita la convocatoria de un Concilio en Toledo, sede de la máxima autoridad religiosa cristiana. Recafredo, obispo de Córdoba, no está de acuerdo con estas provocaciones y convoca el Concilio.

Los Obispos prohiben a los fieles que provoquen a los musulmanes buscando el martirio voluntario.


En el Concilio que en la fecha se celebra en Córdoba a instancias del propio ABDERRAMÁN II, los Obispos prohiben a los fieles que provoquen a los musulmanes buscando el martirio voluntario. Pero no servirá de nada.

Fallece en Córdoba, ABDERRAMÁN II.


Fallece, en la fecha, en Córdoba ABDERRAMÁN II.