La posición de la RASD se consolida a nivel internacional ya que, en la fecha, es admitida formalmente en la OUA.

Desde 1982, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), está presidida por Mohamed Abdelaziz y será reconocida de inmediato por 46 estados, entre ellos Venezuela e Irán.

Marruecos inicia en el territorio del Sáhara Occidental la construcción de una serie de muros para proteger primero el “Sáhara útil” -o sea, el triángulo comprendido entra Smara, El Aaiún y Bojador- y posteriormente, la mayor parte del territorio. Estos “muros” que llegarán a ser seis y tendrán una longitud de 2.600 km, marcan la lenta marcha hacia el control de la parte vital del territorio por los marroquíes y obligarán a los saharauis a cambiar de táctica, mediante la sustitución de las columnas móviles por cuerpos de ejército móviles con artillería semipesada y blindados. Los saharauis que se ven desplazados por la construcción de los muros, se refugian en Argelia en el área de Tinduf. Por otra parte, el Frente polisario controlará de alguna manera, el territorio del Sáhara más al este de los muros de limitación hasta alcanzar Mauritania.

Uld Taya llega a la presidencia de Mauritania mediante un golpe de Estado en 1984 derrocando a Uld Haidallah. Mauritania reconoce a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

Tras la admisión de la República Árabe Saharaui Democrática como miembro de pleno derecho de la OUA, Marruecos se retira, en la fecha, de esa organización. Una de las mayores paradojas de la guerra del Sáhara es que, a medida que la situación militar del Polisario empeora y la de Marruecos mejora, en el terreno diplomático y político la evolución es contraria. El Polisario y la RASD han ido ganando batallas en la OUA, en la ONU, etc, mientras Marruecos está sufriendo un aislamiento paulatino.

La RASD es ya reconocida por 61 países.

El comité de descolonización de Naciones Unidas reconoce la autodeterminación del pueblo saharaui. Una resolución de la ONU de este año insta a una negociación y condiciona la celebración de un referéndum en el Sahara Occidental a la previa retirada de las tropas marroquíes del territorio.

La ONU insta, en la fecha, a las partes implicadas en el tema del Sáhara Occidental, a entablar negociaciones directas con objeto de lograr un alto el fuego, necesario para poder celebrar un “referéndum libre”, que necesitaría un mínimo de seis meses para su preparación.

La ONU reafirma el derecho inalienable del pueblo saharaui a la libre autodeterminación y a la independencia, e insta a las partes a negociar. La ONU diseña un Plan de Paz que tenía previsto la celebración de un referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental. Este Plan de Paz fue aceptado por las diferentes partes implicadas en el conflicto.

La celebración del referendum auspiciado repetidamente por la ONU para el Sáhara Occidental queda paralizado por el rechazo marroqui al censo español (1974) que habría de servir de base para la celebración de dicha consulta después de proceder a la necesaria actualización. Las mutuas acusaciones entre Marruecos y la RASD de fraudes en la propuesta de actualización hace imposible la aceptación de un censo mínimamente fiable. Por otra parte, Marruecos quiere que la pregunta esté formulada en el sentido de solicitar la integración definitiva del Sáhara Occidental en Marruecos. Para la RASD esta formulación es inaceptable y la pregunta debe plantearse en torno a la independencia.