Hezbollah, en casi un cuarto de siglo de existencia ha sufrido transformaciones, adaptándose a los cambios, y ha pasado de ser un movimiento creado en el impulso de la revolución islámica de Irán a uno de los principales partidos, por no decir el principal partido, de Líbano y la vanguardia de la resistencia a la ocupación israelí. Estas transformaciones han hecho que el carácter nacional se acentúe sobre la dimensión religiosa originaria. La principal diferencia de este partido con los otros movimientos islamistas es que, teniendo en cuenta las características multiconfesionales de Líbano, ya ha renunciado hace tiempo a su inicial programa de establecer un Estado islámico y ha reestructurado su acción política en el ámbito local. Cuando en la fecha decide presentar sus candidatos a las elecciones legislativas, se convierte en un partido político con grupo de diputados en el Parlamento.

Hezbollah es muy popular -sólo hay que visitar sus suburbios chiíes en Beirut- porque se ha convertido en un “Estado dentro del Estado” y mantiene una eficaz red de servicios asistenciales y benéficos entre la población. Pese a que Hezbollah es conocido por las acciones de su rama armada, no deben descuidarse las ramificaciones del Partido de Dios en la sociedad civil. Hezbollah cuenta con ONGs, como el Comité Emdad por la Caridad Cristiana, que hacen las veces de red de protección social ofreciendo ayudas financieras a los pobres, servicios de salud, educación, etc. De esta manera, la base social de Hezbollah se extiende no únicamente a su base social más próxima, el 30% de chiíes libaneses, sino también al resto de población.

Tras el asesinato de Abas Musaui por los israelíes, es elegido secretario general de la organización Hezbollah, Hassan NASRALLAH. Hombre joven, es un político popular y pragmático que ha estudiado en las escuelas coránicas chiíes de Irak. Uno de sus hijos fue uno de tantos mártires que cayeron en el campo de batalla de la resistencia contra los ocupantes israelíes en la zona fronteriza del sur.

Operación de Israel contra Hezbollah. Mueren 132 civiles. Éxodo de miles de libaneses.

Bombardeo de localidades del sur de Líbano, por parte de Israel, en respuesta a un ataque de Hezbollah.

Las tropas israelíes entran en Líbano. El ejército israelí advierte a la población libanesa de que huya en un radio de 60 km. Siria ofrece a EEUU. dialogar para buscar una solución global al conflicto. Sin embargo, los sondeos en Estados Unidos empujan a la Casa Blanca a mantener su apoyo incondicional a Israel. Los dirigentes de Hezbollah distan mucho de ser marionetas manejadas por Siria o Irán. Están a la cabeza de un movimiento social profundamente arraigado en una comunidad que constituye el 40% de la población libanesa. Esto explica en parte por qué Israel no ha logrado destruirlo en los últimos 20 años. Frente a la impotencia total de los Estados árabes – dependientes en su mayoría de EE. UU.-, la resistencia de Hezbollah y Hamas es inmensamente popular en el mundo árabe y musulmán. Cualquiera que acuda al rescate de los desesperados palestinos se convierte el acto en un héroe para el árabe de la calle. En esta ocasión -entre julio y agosto- mueren 1.500 personas, la mayoría civiles.

Se supone que a Hezbollah ha de desarmarla la nueva y reforzada Finul (Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano). Pero el fiasco de Irak y el desastre cada vez mayor de Afganistán ha agotado la predisposición de los miembros de la OTAN para enviar fuerzas de paz, y menos aún para misiones que podrían conllevar enfrentamientos y violencia con musulmanes. Además, las naciones musulmanas a las que tal vez se podría convencer para que participaran en tal misión serán rigurosamente excluidas. Lo cual significa que, a pesar del despliegue de tropas libanesas en el sur de Líbano, el famoso alto el fuego del sur del país está destinado al fracaso. Por otra parte, los europeos empiezan a estar hartos de financiar y de sacrificar sus vidas para mantener la paz entre israelíes y árabes, teniendo en cuenta que EEUU. echa por tierra todas las posibilidades de paz debido a su apoyo incondicional a Israel, mientras que los contribuyentes europeos deben aportar miles de millones de euros para reconstruir las ciudades de Gaza y Líbano que Israel ha arrasado.

Fracasan en Líbano las negociaciones para crear un gobierno de unidad. Dimiten los cinco ministros chiíes de Hezbollah y Amal.

Asesinado con coche bomba en Damasco Imad Nugnie, jefe de seguridad de Hezbollah.

Los prooccidentales revalidan su mayoría parlamentaria en las urnas ante la coalición liderada por Hizbulah.