Victoria de ALMANZOR, en la fecha, en Peña Cervera, sobre las huestes del conde castellano SANCHO GARCÍA (coalición de tropas castellano-leonesas y navarras). Los cristianos acaban con una desbandada general. El resultado de la batalla sirve para que ALMANZOR llegue hasta Burgos y Pamplona, cuyas comarcas asola. Los historiadores cristianos posteriores consideraron, erróneamente, que esta batalla se había realizado en Calatañazor y que había acabado en una victoria para su ejército. En efecto, se ha enseñado que ALMANZOR, el victorioso, fue derrotado en la batalla de Calatañazor y aunque logró escapar con vida a uña de caballo, el disgusto que se llevó fue de tal calibre que a los pocos días murió de puro abochornado. No hay nada de eso. ¿Entonces, y lo de Calatañazor «donde Almanzor perdió su tambor»?. De Calatañazor no hay nada. La noticia de la fabulosa derrota sólo aparece dos siglos más tarde para demostrar a la aperreada grey cristiana que el profanador de Santiago no quedó sin castigo. Muchos historiadores árabes y algunos españoles niegan incluso que tal batalla llegara a realizarse. ALMANZOR murió dos años después.

ALMANZOR arrasa el monasterio de San Millán de la Cogolla.

En el año 1002 ALMANZOR, que con 63 años sigue al pie del cañón, tiene que interrumpir su campaña anual al sentirse enfermo.

La salud de ALMANZOR se agrava rápidamente y expira, en la fecha, en la plaza fronteriza de Medinaceli (Soria).