En Al-Ándalus, al fallecer Hixem I, le sucede su hijo AL-HAKAM I (796-822) que se gana el desfavor de los alfaquies -sabios o doctores de la Ley- al verse privados de su influencia. El proyecto autárquico de Abderramán I, con sus plazas militares, sus regimientos mercenarios, su estado burocrático y su corte imitada de la bizantina cuesta mucho dinero, que tiene que salir de los impuestos. Como siempre, el pueblo humilde es el que paga el pato. El malestar de los contribuyentes crece a medida que aumentan las exigencias tributarias.

En Toledo estalla, en la fecha, una rebelión contra el emir AL-HAKAM I que es conocida como Jornada del Foso. El emir atrae al alcázar a los prohombres de la ciudad con el señuelo de un banquete que en realidad oculta una trampa. Los verdugos -anota el cronista- se colocaron al borde del foso y a todos los que iban entrando los iban degollando, hasta que el número de ejecutados ascendió a más de cinco mil trescientos. La voz de alarma la da un avisado de los que acuden a donde se da un banquete aunque no puedan entrar. Viendo el vapor de la sangre que ascendía por encima de los muros barrunta la causa y grita: “¡Toledanos, es la espada, voto a Dios, la que causa ese vapor y no el humo de las cocinas!”

La respuesta de Córdoba a las incursiones de ALFONSO II, no se produce hasta el verano de 801, cuando Al-HAKAM, alarmado por las alianza que ALFONSO II ha establecido con CARLOMAGNO, forma un gran ejército y lo envía contra Álava y Castilla. El ejército musulmán es destrozado.

Al-HAKAM, envía en 805 un ejército contra Castilla. Las tropas musulmanas se enfrentan a las cristianas en las Hoces del Pisuerga y de nuevo son derrotadas.

En Córdoba estalla, en la fecha, una revuelta conocida como Jornada de la Revuelta del arrabal. Los cordobeses se levantan contra el emir omeya AL-HAKAM I, quien después de hacer una matanza entre ellos, destierra de al-Ándalus 15.000 familias.

Fallece AL-HAKAM I.