Catalunya no hace causa común con la rebelión de las comunidades de Castilla, ni con la de las germanías de Valencia aunque también esta rebelión se extiende por Catalunya y por Aragón aunque con muchísima menos intensidad. Nacida esta rebelión como un movimiento menestral, se ha generalizado al campo, como un movimiento antiseñorial. Después de una inicial vacilación, las tropas reales contribuyen a sofocar la revuelta.
CARLOS I (Rey de España, 1516-1556) / CARLOS V (Emperador del SIRG, 1520-1556)
Total de piezas: 374
Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, llamado «el César», reinó junto con su madre Juana la Loca —esta última de forma solamente nominal— en todos los reinos y territorios de España con el nombre de Carlos I desde 1516 hasta 1556.
El Consejo de Regencia manda al virrey a restablecer la normalidad en Valencia.
En Valencia, el rey intenta revocar su anterior autorización de uso de armas excitando los ánimos populares. En la fecha, cuando CARLOS I ya se ha trasladado a Alemania, el Consejo de Regencia manda al virrey don Diego Hurtado de Mendoza para restablecer la normalidad en Valencia, pero los agermanados lo echan de la capital y se hacen dueños de la situación. Las tropas realistas forman dos focos de resistencia: uno, al Norte, capitaneado por Alonso de Aragón, duque de Segorbe; otro, al Sur dirigido por el propio virrey. La sublevación se extiende por todo el reino dando inicio a la guerra de las Germanías (1520-1523).
Se alza el pueblo de Burgos, siendo incendiadas las casas de varios notables.
El 18 de junio, se alza el pueblo de Burgos, siendo incendiadas las casas de varios notables, resultando ajusticiado el francés Joffre de Contannes, señalado como cómplice de los flamencos. El mismo día, el regente ADRIANO de Utrecht ordena al alcalde Rodrigo de Ronquillo reducir a los rebeldes segovianos. Comienza la lucha, produciéndose los primeros combates cuando Rodrigo de Ronquillo, con el apoyo de tropas de caballería e infantería, pretende la entrega de la artillería rebelde y tomar el control de Segovia. Madrid decide recaudar un impuesto especial para comprar armas y reclutar soldados, que acuden en apoyo de los segovianos, bajo el mando de Juan de Zapata. Rodrigo de Ronquillo es rechazado y obligado a retirarse hacia Arévalo.
Fallece el moderado Joan Llorenç, líder de la Junta de los 13. Entran en juego los más radicales.
La Junta de los 13 intenta instaurar un sistema en el que esté prohibido el trabajo libre no controlado por los gremios. Al principio, su líder es el moderado Joan Llorenç, pero éste muere en junio de 1520, con lo que entran en juego los grupos más radicales, liderados por el terciopelero Vicente Peris. En consecuencia, el movimiento sufre una radicalización progresiva, convirtiéndose en una guerra abierta y con episodios como el asalto e incendio de la morería de Valencia, a la que se acusa de colaborar con los nobles. Por otra parte, la rebelión antinobiliaria se extiende a la huerta, con saqueo de tierras y haciendas de los nobles, y a otras poblaciones y núcleos urbanos del reino, constituyéndose juntas revolucionarias.
Se constituye la Santa Junta con 14 representantes de las ciudades castellanas reunidas en Avila.
Los representantes de las ciudades castellanas se reúnen en Avila. Asisten catorce delegados de ciudades y villas, con voto en Cortes, constituyéndose la Santa Junta el 25 de julio de 1520, presidida por el caballero toledano Pedro Lasso de la Vega, designándose a otro toledano, Juan de Padilla, como capitán general de las milicias ciudadanas. La Santa Junta se declara independiente del gobernador del reino y del Consejo Real, incautándose de las rentas reales para sostener las milicias comuneras. Frente a estos hechos, reacciona el Consejo Real, encargando al jefe del Ejército real que se apodere de los cañones depositados en Medina del Campo.
Gigantesco incendio en Medina del Campo al resistirse la población a entregar las armas a las tropas reales.
El 21 de agosto, la población de Medina del Campo, considerando que la artillería sería utilizada contra Segovia, ofrece resistencia a las tropas reales y no entrega las armas. En el enfrentamiento, los realistas prenden fuego a algunas viviendas, dando origen a un gigantesco incendio, que en pocas horas destruye gran parte de Medina del Campo, perdiéndose más de mil casas.
Los medinenses, aún con tropas imperiales en la ciudad, descuartizan en la calle al regidor Gil Nieto.
El 22 de agosto los medinenses, aún con tropas imperiales en la ciudad, descuartizan en la calle al regidor Gil Nieto.
Padilla, al frente de sus tropas, entra en Medina del Campo. Incremento de la reacción contra el regente.
El 24 de agosto, Padilla, al frente de sus tropas, entra en Medina del Campo. Estos hechos incrementan la reacción contra el cardenal ADRIANO de Utrecht y el Consejo Real. Muchas ciudades y villas que hasta entonces no habían tomado partido, se unen a Toledo y a la comunidad: Palencia, Cáceres, Badajoz, Sevilla, Jaén, Ubeda, Baeza, etc.
Tiene lugar la última reunión de la Junta en Avila.
El 3 de septiembre de 1520, tiene lugar la última reunión de la Junta en Avila. Padilla vuelve a Toledo, después de ceder el mando de a Pedro de Girón, noble castellano que, apartado de la línea realista, pasara al bando comunero. En una hábil jugada, para asegurar el apoyo de la nobleza hasta entonces expectante, pero inquieta ante el cariz que va tomando el alzamiento,
CARLOS I nombra dos gobernadores, elegidos entre la nobleza. Para secundar al regente Adriano de Utrecht.
El 9 de septiembre de 1520, CARLOS I nombra dos gobernadores, elegidos entre la nobleza castellana, para secundar al regente ADRIANO de Utrecht. Son ellos el Condestable de Castilla Iñigo de Velasco, señor de Burgos y el Almirante de Castilla, Fadrique Enriquez, señor de Medina de Ríoseco.

