El Ayuntamiento de Barcelona decide no celebrar ningún festejo por la coronación de ALFONSO XIII en el mes de mayo.

ALFONSO XIII asiste, en la fecha, a su primer consejo de ministros. El presidente, SAGASTA, expone, en primer lugar, la dimisión de todo su gabinete liberal, el monarca lo ratifica, tanto a él como a sus ministros, en el cargo; así el rey acepta el turno de partidos dinásticos en el gobierno sin mostrar preferencias por ninguno de ellos.

En el comienzo del reinado de ALFONSO XIII se puede apreciar la aparición de ese talante regeneracionista que pretende la conversión en realidad de unas instituciones caracterizadas por adulterar de manera sistemática la representación política. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el fenómeno regeneracionista será más amplio que el intentado desde las alturas del poder y que, por lo tanto, supondrá también el desarrollo de movimientos políticos que pretenderán llevar a cabo una operación radicalmente contraria, es decir, movilizar a la opinión pública para a través de ella llegar al ejercicio del poder.

Los grupos políticos más importantes surgidos como consecuencia de la voluntad regeneracionista desde la base, son los de carácter regionalista o nacionalista y republicano. Los nacionalismos suponen, en efecto, un elemento de transformación de la vida política que nace, desde luego, de la realidad de unas culturas regionales mantenidas en hibernación durante todo el siglo XVIII y la mayor parte del XIX. Al mismo tiempo no cabe la menor duda de que la emergencia de los nacionalismos se produce coincidiendo con una situación peculiar de modernización de la sociedad española, aun sin ser producto de la misma de forma exclusiva. De los movimientos regionalistas durante el reinado de ALFONSO XIII, sin duda, el que alcanzará mayor relevancia política será el catalán.

En agosto de 1902 se celebra un Congreso del Partido Socialista Español en Madrid, donde Pablo Iglesias, haciendo honor a su odio contra todo lo que huela a libertarios, ataca la huelga general del mes de junio y explica que los socialistas no apoyaron  esa huelga, porque la huelga general solo puede aceptarse por motivaciones políticas, pero no debía de pasar de dos días de duración.

Fracasa el acuerdo franco-español sobre Marruecos.

Álvaro de FIGUEROA, conde de ROMANONES, (Madrid, 1863-1950), Ministro de Instrucción Pública, ordena, mediante un decreto, la enseñanza del catecismo en castellano en las escuelas de Catalunya. Se levantan protestas estudiantiles en la universidad de Barcelona y la policía efectúa diversas detenciones.

El decreto del conde de ROMANONES por el que el catecismo ha de ser enseñado sólo en castellano en las escuelas de Catalunya, produce la dimisión en pleno del Gobierno liberal de Mateo SAGASTA.

El conservador Francisco SILVELA sustituye al liberal Sagasta. A.MAURA en Gobernación es el verdadero adalid del Consejo.

El Gobierno español acepta la tesis de un mensaje que, en la fecha, hacen llegar al rey ALFONSO XIII los presidentes de diversas sociedades barcelonesas. El decreto del conde de ROMANONES no se anula, pero el nuevo ministro de Instrucción Pública, Manuel ALLENDE-SALAZAR, hace circular, dos días después, unas instrucciones sobre su aplicación que representan en la práctica, su derogación.