En la fecha, el papa EUGENIO II convoca un concilio en Roma, al cual asisten 62 obispos de toda Italia, en el que se aprueba la “Constitutio Lotharii” y se promulgan 38 cánones relativos a la formación intelectual del clero, a la construcción de hospitales y a la disciplina monástica que modifica en parte el privilegio del emperador LUIS I el Piadoso.

En la Dieta imperial de Worms, el emperador de los francos LUIS I el Piadoso, “retoca” el reparto de su reino, realizado en 817, ya que el hecho de haber tenido posteriormente un nuevo hijo le obliga a ello. En este nuevo reparto, concede a su hijo CARLOS, Alsacia, Recia, el país de los alamanes y una parte de Borgoña, territorios que, originariamente, habían sido prometidos a su hijo mayor, LOTARIO I, hermanastro de CARLOS, por lo que LOTARIO se indigna contra su padre.

El papa GREGORIO IV va a Francia en un intento por poner paz entre LUIS el Piadoso y su hijo LOTARIO, pero, al no lograrlo por lo profundo de la división entre la familia real, toma partido por LOTARIO. La mayoría de los obispos franceses defiende a su legítimo soberano y habiendo sabido que GREGORIO IV piensa lanzar la excomunión contra ellos, los obispos le escriben una enérgica carta en la que le dicen que para nada dependen del papa en los asuntos interiores y peculiares de la iglesia gala y que si les excomulga, todos se separarán de él. El Papa hace que uno de los de su partido escriba una Memoria en sentido contrario y él mismo se dirige a los obispos exaltando hasta lo sumo la dignidad papal con poder muy superior al secular por lo que están ellos obligados a obedecer sus órdenes aun en contraposición a las del emperador

LOTARIO destrona a su padre LUIS I el Piadoso que es abandonado por su ejército en Lügenfeld. En efecto, LUIS sufre su destitución como emperador promovida por sus hijos. Tratan de dar forma legal a esta disputa y el emperador acepta los cargos que contra él se presentan. Se viste de penitente y reconoce no haber sido digno.

LUIS II el Germánico exige la libertad de su padre LUDOVICO. LOTARIO se reconcilia con su padre y éste es de nuevo repuesto en su trono. La decadencia de los carolingios no tiene ya freno. Cada vez más las disputas familiares y las sucesivas divisiones territoriales merman el poder heredado de Carlomagno.

SUNIFREDO, magnate de Carcassona, por su fidelidad a la dinastía carolingia, es distinguido, por parte de LUIS I el Piadoso, mediante el otorgamiento de los condados de Urgell-
Cerdanya (834-844).

Debido al fallecimiento de Pipino I, LUIS I el Piadoso, dispone en Worms, en la fecha, un nuevo reparto general de su imperio, alejando del mismo al ahora rebelde LUIS el Germánico. Carlos el Calvo ha recibido en su lote la provincia de Aquitania, donde los aires de independencia soplan cada vez con más fuerza. El se afianza en su decisión de mantener esta provincia al tiempo que su hermano LUIS no renuncia a ninguna de sus posesiones. LOTARIO reclama la herencia paterna, no sólo la correspondiente a los repartos de Worms sino la autoridad sobre los reinos o provincias reivindicados por sus hermanos. Esta actitud -junto a la invasión de las comarcas del Mosa y el Sena y el nombramiento del arzobispo de Reims cuando esta ciudad estaba en tierras de Carlos- provoca las iras de Carlos aunque la sangre no llegará al río al firmarse una tregua entre ambos hermanos. Así, pues, su primogénito LOTARIO I, hereda el título de emperador (840-855). Por otra parte recibirá Italia y el territorio de Burgundia, que por ello se llamará luego Lotaringia incluyendo otros territorios de la misma área. CARLOS el Calvo, recibe la parte occidental y principalmente el Reino de Aquitania (840-877).

Fallece el rey franco LUIS I el Piadoso quien ha reconocido antes de morir a Sancho MITARRA el gobierno de la Vasconia. El imperio es dividido entre sus tres hijos: Lotario I (Emperador), Carlos II el Calvo (840-877), y Luis II el Germánico (840-876) de acuerdo con la distribución efectuada en 839. Debido a este nuevo reparto, a su último hijo, CARLOS el Calvo, Luis el Piadoso le atribuye la provincia de Aquitania. CARLOS se afianza en su decisión de conseguir esta provincia y PEPINO II que a su vez la ha recibido como herencia de su padre, Pipino I, en 838, intentará conservarla en su patrimonio.