París se amotina contra la Francia de los Armañacs -partidarios del Delfín, futuro Carlos VII- abriendo las puertas a las tropas borgoñonas acaudilladas por el duque JUAN sin Miedo.

El asesinato en Montereau, en la fecha, de JUAN sin Miedo, duque de Borgoña, a manos de los armañacs -partidarios del delfín, futuro CARLOS VII-, exacerba un odio ya enconado y precipita la alianza angloborgoñona. En efecto, a JUAN le sucede su hijo FELIPE el Bueno (1419-1467), a quien el asesinato le impide acercarse a la facción orleanista, y no tiene más remedio que estrechar su alianza con los ingleses. Los borgoñones se alían entonces con los ingleses y consiguen un apoyo decisivo para doblegar al gobierno real: de este modo, la reina Isabel de Baviera, mujer de CARLOS VI, se verá obligada a firmar el tratado.

La impopular reina Isabel de Baviera, esposa de CARLOS VI de Francia, consiente en el tratado, frente a las acusaciones de que su hijo es bastardo. El delfín CARLOS es enfermizo y se sospecha que está involucrado en el complot de asesinato de Juan I de Borgoña (no se sabe si intervino, aun cuando éste ocurrió en su presencia. Existe preocupación -por otra parte- por las probabilidades de que haya heredado la enfermedad de su padre. Si las dinastías se unen en torno a ENRIQUE V, la guerra podría acabar y dejar a Francia en manos de un rey vigoroso y hábil. El duque de Borgoña, FELIPE III, también se involucra en las negociaciones, acepta el no sacar otro provecho del acuerdo que, con la desheredación de Carlos el delfín, Felipe es el siguiente en el linaje de los Valois para la sucesión al trono. Aparentemente, esto es suficiente para satisfacerlo, ya que el hombre que él culpa por la muerte de su padre ha sido desheredado.

El Tratado de Troyes que se firma en la fecha, es un intento de finalizar la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia. El rey CARLOS VI de Francia sufre ataques de locura durante la mayor parte de su reinado y no reina en la práctica desde 1392. ENRIQUE V de Inglaterra ha invadido parte de Francia en 1415 y ha logrado una victoria aplastante contra los franceses en la Batalla de Agincourt. Tres años más tarde, 1418, los partidarios franceses del delfín CARLOS asesinan a Juan I de Borgoña, y su hijo y sucesor FELIPE III de Borgoña, indignado, forma una alianza con los ingleses. Por todo ello, ENRIQUE V de Inglaterra, obliga al indefenso gobierno francés a firmar, en la fecha, un tratado -Tratado de Troyes- en el que el perturbado CARLOS VI le nombra heredero, desheredando a su propio hijo el Delfín CARLOS VII. El monarca también da por esposa a ENRIQUE V a su hija Catalina de Valois. Ahora sólo hay que esperar a que el rey loco muera, y ENRIQUE sea rey de Inglaterra y de Francia.

Habiendo muerto Carlos VI de Francia, ENRIQUE VI de Inglaterra (Hijo de Enrique V) es proclamado, por el Tratado de Troyes, también rey de Francia. Está apoyado solamente por Felipe de Borgoña. La regencia la asume en Inglaterra su tío el duque Humphrey de Gloucester y en Francia su tío el duque Juan de Bedford. El rey niño inglés, ENRIQUE VI, es coronado rey de Francia, pero como el acto se desarrolla en París y no en Reims, no se le da valor.

Por su parte, Incumpliendo el Tratado de Troyes, el delfín de Francia se hace coronar en Poitiers -tradicionalmente lo hacen en la catedral de Reims- con el nombre de CARLOS VII (1422-1461) en lugar de reconocer al niño ENRIQUE VI de Inglaterra como estaba pactado. De hecho, CARLOS VII de Francia, no puede ir a Reims para ser allí coronado pues los ingleses han interceptado las comunicaciones con París y sitian la ciudad de Orleáns, llave del gran río Loira, en su punto más cercano a París. La catedral de Reims ha sido el escenario tradicional de esas ceremonias desde los tiempos de Clodoveo, nueve siglos antes y como el Delfín no es coronado en Reims, seguirá siendo Delfín y permaneciendo en Bourges, en la Francia central, prácticamente sin poder.

Nace en Bourges LUIS (futuro Luis XI, rey de Francia), hijo de CARLOS VII, rey de Francia. Durante su juventud apoyará los intentos de la nobleza feudal contra su padre, por lo que será alejado de la corte.

La reanimación francesa bajo CARLOS VII comienza con la figura de JUANA de Arco. Ésta se presenta en la corte de CARLOS VII de Francia, en Chinon. Decidida, declara que le han hablado personalmente Santa Catalina de Alejandría, Santa Margarita y San Miguel Arcángel, y que le han ordenado forzar a los ingleses a levantar el sitio de Orleáns, coronar al rey en Reims y salvar a Francia. CARLOS VII es un hombre débil, pero no tan estúpido o tan necio como para creer de inmediato algo tan absurdo. Sin embargo, cuando JUANA adivina sus más íntimos pensamientos, el rey empieza a vacilar. La somete a una prueba con sus mejores teólogos, de la que sale airosa. Ésta convence al monarca para que le dé el mando del ejército.

Los ingleses, se esfuerzan por conquistar Orleans. JUANA de Arco ayuda con su intervención a romper, en la fecha, el cerco ingles de Orleans. JUANA de Arco entra en la ciudad a caballo, cubierta con una armadura y empuñando un estandarte. A partir de entonces los franceses van reconquistando las zonas ocupadas por los ingleses: Troyes, Chálons, Reims, Patau, etc… Los generales franceses tratan de convertir a JUANA de Arco en una figura meramente decorativa, pero no tardan en descubrir que salen derrotados cuando siguen sus propios planes y triunfan cuando siguen los de ella.

En la fecha, CARLOS VII es conducido en una cabalgada a Reims, donde ha de ser coronado.