ARSENIO MARTÍNEZ CAMPOS (General español)

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El general Arsenio Martínez Campos llega a La Habana (Cuba). Fracasará en su intento de pacificar la isla.


El general Arsenio Martínez Campos llega a La Habana (Cuba). Fracasará en su intento de pacificar la isla. Al comprender que para ganar la guerra habrá de reconcentrar las familias de los campos en las poblaciones, recomienda a CÁNOVAS que le sustituya por otro hombre.

El general Weyler, capitán general de Catalunya, sustituye a Martínez Campos como jefe del ejército en Cuba.


En la fecha, el general Valeriano Weyler, capitán general de Catalunya, se embarca hacia La Habana. Nombrado general en jefe del ejército español en Cuba por el gobierno CÁNOVAS, reemplazando a Arsenio Martínez Campos.

El general Weyler llega a La Habana (Cuba) dispuesto a acabar con la insurrección sin reparar en gastos.


En la fecha, el general Weyler llega a La Habana (Cuba) dispuesto a acabar con la insurrección sin reparar en gastos. En Nueva York está el centro más importante de ayuda a los cubanos, la antigua “junta insurreccional” que abastece al ejército cubano de dinero, hombres y municiones. De hecho, durante 1896, las expediciones entre Cuba y varios puertos americanos, serán constantes ya que contarán con el amparo de las autoridades norteamericanas.

Aunque el general Weyler no tiene escrúpulos en realizar la política de “reconcentrados” su política resulta un fracaso.


Aunque el sucesor de Martínez Campos, el general Weyler, no tiene escrúpulos en realizar la política de reconcentrados -que tantos sufrimientos provoca a los cubanos- su política cubana resulta un absoluto fracaso. En efecto, para evitar que la población abastezca a los rebeldes, Weyler ordena la evacuación de las zonas rurales y concentra a las gentes en zonas acotadas bajo vigilancia militar -política de reconcentrados– La política de reconcentrados, el hambre y el paludismo producen la muerte de gran parte de los concentrados. Los procedimientos inhumanos de Weyler y las atrocidades cometidas generan la indignación del pueblo americano, que se está mentalizando para la intervención militar en Cuba.