COLÓN efectúa un tercer viaje al Nuevo Mundo. En la fecha, parte de Sanlúcar de Barrameda con seis buques, tocando por primera vez el continente en la desembocadura del Orinoco. Regresará a España cargado de cadenas por sus irregularidades. Será rehabilitado por los reyes, aunque no se le permitirá navegar por determinadas zonas americanas.

COLÓN que junto a su hermano Bartolomé, ha gobernado la colonia hasta 1499, ha intentado poner coto a los abusos más serios a los cuales han sido sometidos los indios, prohibiendo las expediciones contra ellos y regulando los impuestos informales decretados por los colonizadores, los cuales, por estas razones, se oponen activamente al descubridor que cae en desgracia ante la mayoría de los colonos, como resultado de celos y avaricias, y luego también ante la corona debido a su incapacidad de mantener el orden. Ya antes de 1500, los terratenientes han demostrado su poder conspirando exitosamente contra Colón. Su sucesor, Francisco de Bobadilla, es nombrado juez principal y comisionado real por la corona española en 1500. Bobadilla -en la misma fecha- pone en prisión a Colón y lo envía a España, pero pronto la Reina Isabel ordenará su liberación.

COLÓN, tan pronto recobra la libertad, emprende, en la fecha, su cuarto y último viaje del que regresará el 7 de noviembre de 1504. En la ruta por el continente, pasa por la isla Bonacca, la Costa de los Mosquitos, Veragua, Portobelo, Puerto de Bastimentos y Puerto de los Mosquitos. Es un viaje dramático en el que el almirante creerá sucumbir.

COLÓN, llega en la fecha a las Pequeñas Antillas (entre ellas Martinica que los españoles no colonizarán) y Venezuela.

Cristóbal COLÓN desembarca en una isla que él bautiza con el nombre de “Los Pinos”. Unos indígenas vestidos brillantemente se acercan a la nave de COLÓN y le ofrecen unas habas marrones que ellos estiman en mucho. El jefe indígena hace que con ellas sus servidores le preparen una bebida que él ofrece a los navegantes españoles. Es amarga y picante hasta tal punto que los compañeros de COLÓN la escupen al primer sorbo que prueban. Esta bebida se llama “chocolate”.

Cristóbal Colón llega a las costas de la actual Nicaragua (recibe su nombre por el cacique Nicarao). Costeando, pasa frente al río San Juan sin sospecharlo por estar éste escondido tras una barra arenosa, y sigue, superando el istmo, hacia el continente austral.

COLÓN desembarca de nuevo en la Península. Habiendo las tempestades destruido casi por completo su flota, COLÓN llega triste y desesperanzado en un grave estado de deterioro físico y mental. Parece ser que en este viaje, Colón acabó con una revuelta de su tripulación gracias a sus conocimientos astronómicos. Instantes antes de que se produjese un eclipse total de Sol les dijo que Dios estaba enojado y que mostraría su ira. El eclipse aplacó la rebelión.

De vuelta de América, ignorando (?) aún que ha descubierto un nuevo continente, Cristobal COLÓN se ha refugiado en la ciudad de Valladolid donde fallece, en la fecha, prácticamente ignorado. En sus últimos momentos le acompañan sus dos hijos Diego y Fernando que son los principales beneficiarios (según el testamento redactado el día anterior) de una herencia que es más teórica que real. Diego es el hijo que COLÓN ha tenido con su esposa portuguesa Felipa Moniz de Perestrello y Fernando es el hijo que ha tenido con su amante Beatriz Enríquez. Tras su muerte, se lleva a cabo en su cuerpo el proceso llamado descarnación, mediante el cual se quita toda la carne de los huesos. Se le entierra inicialmente en Valladolid y posteriormente será trasladado al Monasterio de la Cartuja en Sevilla. Por deseo de su hijo Diego, será trasladado más tarde a Santo Domingo en 1542. Tras la conquista de la isla de Santo Domingo en 1795 por los franceses, se trasladarán sus restos a La Habana, y tras la guerra de la independencia de Cuba en 1898, se volverán a trasladar a la Catedral de Sevilla, donde reposarán en un suntuoso catafalco.

Toda la serie de viajes realizados entre 1492 y los primeros años del siglo XVI servirán posteriormente para poner de manifiesto que aquellas tierras descubiertas por COLÓN no son las del esperado continente asiático, sino las de un Nuevo Mundo, desconocido para los europeos. Se trata de un territorio de dimensiones espectaculares, que ofrece, en principio, grandes espectativas económicas, y que está poblado por gentes a las que desde el primer momento se han considerado como vasallos de los Reyes Católicos.

Martín Waldseemüller, impresor alemán, propone en su ?”Cosmographiae universalis introductio” (atlas universal), publicada en 1507, que el nuevo continente reciba el nombre de América, en honor de Américo Vespucio a quien atribuye por error su descubrimiento. Al principio, el nombre se daba tan sólo a la región meridional, pues el Norte se creía que podía formar parte de Asia. Pero más tarde se empezó a hablar de Sudamérica y Norteamérica, y la estrecha franja que une ambos subcontinentes se denominó Centroamérica.