JUANA, hija de CARLOS I y hermana menor del principe FELIPE, casa con el infante JUAN de Portugal, pero los festejos y la alegría duran poco en la corte lisboeta. JUAN muere, en la fecha, y es sepultado en el monasterio de Belén, muy próximo a Lisboa. Fruto del breve matrimonio nacerá, en la fecha, en Cintra SEBASTIÁN. JUANA acude a Castilla en calidad de regente, pues FELIPE piensa partir para Inglaterra.
SEBASTIÁN I (Rey de Portugal)(1557-1578)
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SEBASTIÁN I, nieto del fallecido Juan III, es proclamado rey de Portugal
SEBASTIÁN, hijo de Juan de Portugal y de Juana de Castilla reinará en Portugal como SEBASTIÁN I (1557-1578), bajo la tutela de su tía abuela doña CATALINA y de su tío abuelo don ENRIQUE. Tiene tres años. Será educado por los jesuitas y crecerá deslumbrado por la idea de una cruzada contra los infieles. Portugal se encuentra ya en decadencia.
SEBASTIÁN I, ocupa el trono de Portugal, que simbolizará la leyenda lusitana del sebastianismo.
El rey portugués que había de simbolizar la leyenda lusitana del «sebastianismo», SEBASTIÁN I, ocupa el trono el 20 de enero de 1568. Cumpliendo lo acordado en las Cortes de 1562, el regente don ENRIQUE hace entrega del gobierno de Portugal a su sobrino cuando éste cuenta la temprana edad de catorce años. En los diez años que durará su reinado efectivo SEBASTIÁN gobernará como rey absoluto. No convoca las Cortes y lleva una vida ascética, tan sólo atraído, aparte del cumplimiento estricto de sus deberes religiosos como devoto creyente, por el placer de la caza y la preparación de sus dos expediciones militares a Marruecos. El rey estaba constantemente alejado de Lisboa por lo que los asuntos de gobierno quedaban casi siempre al libre albedrío de su tía abuela CATALINA y de cortesanos ávidos de poder y escasos de escrúpulos.
Furiosa tempestad que destruye la armada de Sebastián I de Portugal para luchar contra los turcos
Pero en lo que realmente se ocupa SEBASTIÁN I es en organizar una armada que ha de participar al lado de la Liga en la guerra contra los turcos. En agosto de 1572 la armada estaba lista para hacerse a la mar. Para conseguirla, el rey había vendido las rentas de la Corona, se había apoderado del dinero que poseía la Congregación lisboeta de los Huérfanos de S.Eloy, había pedido dinero prestado a los obispos, cabildos, hidalgos y mercaderes ricos. Había pregonado el perdón de todos los delincuentes que se enrolasen en la armada, etc. La armada en vez de reunirse con los barcos de la escuadra de la Liga, es destruida por una furiosa tempestad que azota Lisboa y los puertos del sur el 13 y 14 de setiembre de 1572.
Sebastián I logra reunir otra escuadra y hace una incursión en Marruecos que apenas tiene trascendencia
Sebastián I de Portugal desaparece en combate luchando contra
SEBASTIÁN I de Portugal sigue ausentándose continuamente de Lisboa, provocando con ello el descontento del pueblo lisboeta. Su afición a la caza y su sueño, cada día más avasallador en su espíritu, de consumar la conquista de Marruecos, como primer paso en la consolidación del imperio universal lusitano, consumen todo su tiempo y todas sus lucubraciones. Hacer una definitiva expedición al Norte de África llega a constituir una tiránica obsesión en el rey. Finalmente, en la fecha, desoyendo todos los consejos y subvalorando el poderío militar de Marruecos a la sazón, el rey se pone como un iluminado al frente de la expedición. En Alcazarquivir el desastre es total. El monarca desaparece en el combate y esta muerte dudosa será la causa de que surjan después varios impostores que intenten usurpar su personalidad.
Habiendo fallecido sin herederos el rey SEBASTIÁN I de Portugal, es nombrado rey su tío abuelo Enrique I el Cardenal.
Habiendo fallecido sin herederos el rey SEBASTIÁN I de Portugal, sobrino de FELIPE II, queda abierto el camino de la sucesión al monarca español. FELIPE II, como hijo de la emperatriz ISABEL I de Portugal y nieto del rey portugués MANUEL I, tiene legítimos derechos al trono luso. Pero el cardenal ENRIQUE, tío abuelo del fallecido SEBASTIÁN (era hijo de Manuel I y hermano de Juan III) es puesto rápidamente en el trono, reinando como ENRIQUE I el Cardenal (1578-1580) por los nobles portugueses como solución de urgencia, pese a su avanzada edad y a la precariedad de una salud ya quebrantada. ENRIQUE había sido regente durante la minoría de Sebastián, contaba 66 años y tampoco tenía herederos.
Está históricamente probado que los restos de SEBASTIÁN I fueron rescatados y llevados a Ceuta.
Está históricamente probado que los restos de SEBASTIÁN I fueron rescatados y llevados a Ceuta. Posteriormente fueron inhumados en los Jerónimos de Lisboa. Pero, a pesar de estos datos históricos, suficientemente comprobados, el pueblo portugués se negó a admitir la muerte del joven monarca y mantuvo la esperanza de que SEBASTIÁN regresaría algún día a su reino. Fue así como nació el «sebastianismo». Por otra parte, esta batalla es explicada de la siguiente manera: Abd al-Malik, destrona a su sobrino Muhammad al-Mutawakkil, Sultán de Marruecos, quien se refugia en Portugal y logra el apoyo del rey SEBASTIÁN I. La expedición organizada por éste para reponerlo en el trono se salda con el desastre de Alcazarquivir, en el cual murieron los tres soberanos. Por esta razón a la batalla librada en Alcazarquivir se le denomina «Batalla de los Tres Reyes».
Al morir Enrique I sin sucesión, Felipe II reivindicará sus derechos al trono.
Sebastián de Portugal era hijo de Juana de Austria (hija de Carlos I de España) y nieto de Juan III y de Catalina de Austria, hermana del citado emperador. Desaparecido Sebastián en su campaña africana, le sucede su tío abuelo el anciano Cardenal Enrique, que sólo le sobrevive dos años. Como éste era hijo de Manuel I el Afortunado, al morir sin sucesión, Felipe II reivindicará sus derechos al trono.
Muere en la horca Gabriel Espinosa, el Pastelero de madrigal.
Muere en la horca Gabriel Espinosa, el Pastelero de madrigal. Gabriel Espinosa, fue el protagonista del incidente conocido como del “pastelero de Madrigal”, que consistía en la suplantación de la personalidad del desaparecido rey Sebastián I de Portugal, siendo ejecutado tras el proceso instruido a raíz de dicha suplantación.