QUIETISMO

Total de piezas: 7

El quietismo es una especie de taoísmo católico que propugna la no resistencia al mal.


El quietismo es una especie de taoísmo católico que propugna la no resistencia al mal. Para Miguel de Molinos, tomar la iniciativa, en la vida espiritual, es pecado. No sólo es inútil realizar “obras buenas”, sino que no se debe oponer resistencia a la tentación, pues resistir es una forma de tomar la iniciativa, de actuar. Esta “pasividad” respecto al pecado conduce, como es lógico, a una vida inmoral, que hace pensar en la cínica frase de Oscar Wilde: “La única forma de acabar con la tentación es caer en ella”. En Francia, sin embargo, sobrevivirá en una forma mitigada: el “Semiquietismo”.

El quietismo es un movimiento místico surgido en el siglo XVII en el seno de la Iglesia Católica.


El “quietismo” es un movimiento místico surgido en el siglo XVII en el seno de la Iglesia Católica, especialmente en España, Francia e Italia. Es propuesto por el sacerdote y místico español Miguel de Molinos en su Guía espiritual que desembaraza el alma y la conduce por el interior camino para alcanzar la perfecta contemplación y el rico tesoro de la paz interior, publicada en 1675. Enseña la pasividad en la vida espiritual y mística, ensalzando las virtudes de la vida contemplativa. Sostiene que el estado de perfección únicamente puede alcanzarse a través de la abolición de la voluntad: es más probable que Dios hable al alma individual cuando ésta se encuentra en un estado de absoluta quietud, sin razonar ni ejercitar cualquiera de sus facultades, siendo su única función aceptar de un modo pasivo lo que Dios esté dispuesto a conceder. El quietismo también puede ser denominado molinosismo, por Miguel de Molinos (no confundir con el molinismo, enseñanzas de otro teólogo español, Luis de Molina).

Molinos, defensor del quietismo, es apresado por el Santo Oficio, condenado a reclusión perpetua.


En la fecha, Molinos, escritor místico y teólogo español, defensor del “quietismo”, es apresado por el Santo Oficio. Algunas de las confesiones que extrajeron los inquisidores bajo tortura podrían estar enumeradas en un escrito del obispo de Téano, Giuseppe Maria Giberti, que en 1687 escribirá en su Ragguaglio della pessima vita di Michele Molinos: “No observaba el ayuno ni viernes ni sábado ni día de vigilia ni de cuaresma, sino que siempre comía carne, y el pez era sólo para aguzarse el apetito, juntamente con la carne. Haber tenido durante dieciocho años continuos comercio con una mujer (ésta también del Santo Oficio, y que cada mañana la hacía comunicar). Que para conseguir la libido, se hacía servir en la mesa y desnudarse a más mujeres desnudas, y otra veces estaba presente para ver mujeres y hombres desnudos entrelazarse juntos y relacionarse. De haber sido más veces sodomizado (acto que él decía que no era pecado porque no estaba escrito en el Decálogo, lo mismo que decía del bestialismo)”.

68 proposiciones molinistas son condenadas como blasfemias y herejías.


El Papa INOCENCIO XI no es un enemigo de Miguel de Molinos, pero aún así cede a la enorme presión que cae sobre el para confirmar en 1687 el juicio de los inquisidores, por el cual 68 proposiciones molinistas son condenadas como blasfemias y herejías.

Molinos (quietismo) abjura de sus errores en la iglesia de Santa María sopra Minerva.


El 13 de septiembre de 1687, Molinos abjura de sus errores en la iglesia de Santa María sopra Minerva. Fue condenado “por inmoralidad y heterodoxia” a estar permanentemente vestido con un hábito penitencial, a recitar diariamente un Credo y un tercio del Rosario, a confesarse cuatro veces al año y a reclusión perpetua. Su fallecimiento se produjo el 28-12-1696

El arzobispo de Cambrai Fénelon, defensor del quietismo, será condenado al exilio por INOCENCIO XII.


El teólogo y arzobispo de Cambrai François Fénelon, defensor y difusor del quietismo, será -en la fecha- condenado al exilio por INOCENCIO XII. (Sin embargo, la representante del quietismo más influyente en Francia es la mística Jeanne Marie Bouvier de la Motte Guyon, con su obra Medio breve y fácil para la oración, publicada en 1685).