Las tropas romanas no cesan en su presión sobre VIRIATO que ha de seguir luchando para intentar evitar sus avances (140-139 aC).
GUERRAS LUSITANAS (154-139 aC)
Total de piezas: 16
Viriato pide la paz. Envía a hablar con los romanos a tres desertores, antiguos soldados romanos.
El tratado con los lusitanos no puede durar mucho tiempo, Roma no acepta pactos en condiciones de igualdad. Quinto Servilio CEPIÓN llega a Hispania con el cometido de reanudar las hostilidades. Un movimiento de tenaza de las tropas romanas obliga a VIRIATO a abandonar los territorios que controla y a refugiarse en Toledo. Impelido por sus hombres a pedir de nuevo la paz, VIRIATO envía al campamento de CEPIÓN a tres jefes de su ejército, Audax, Ditalcón y Minuro, naturales de Urso (Osuna), que hace tiempo han desertado de las filas romanas pasándose a las lusas.
Viriato es asesinado unos días después por sus propios representantes mientras está durmiendo.
El cónsul CEPIÓN consigue ganarse con grandes dádivas y presentes la voluntad de los tres representantes de VIRIATO en las negociaciones de paz induciéndoles a asesinarle. VIRIATO, pues, es asesinado unos días después mientras duerme.Tras consumar su traición regresan para reclamar su paga, momento en que el cónsul pronuncia la célebre sentencia que le atribuye la tradición (y de la que no hay huella histórica): «Roma no paga traidores». El hecho es que el senado no reconoce el pacto de CEPIÓN con los asesinos y no le otorga el triunfo. Sobre su túmulo funerario luchan doscientas parejas de gladiadores, expresión del poder de aquel que, según los romanos, no era sino un «bandido».
La actul Valencia desciende de «Valentia» la ciudad fundada, en esta fecha, por el cónsul DECIO
Es asignada la provincia de Hispania Ulterior al cónsul DECIO Junio Bruto, a donde se dirige ese mismo año y allí elimina lo que queda de la resistencia hispana al mando de Tántalo, a cuyos hombres cede tierras tras la derrota en la «ciudad de los valientes», Valentia Edetanorum (la actual Valencia), próxima a la en estos tiempos pujante Sagunto. Los primeros pobladores de la Valencia romana son soldados del cónsul y, posiblemente, lusitanos trasladados para evitar nuevas rebeliones en Galicia.
Decio, en Lusitania, somete numerosas tribus como los brácaros (bracari) que son los más belicosos.
Como aún en Lusitania continúan las acciones de grupos de bandidos, el cónsul DECIO asola el territorio, ocupa numerosas ciudades y llega hasta el río que denominan Lethe (o Oblivio). Aquí la tropa se niega a avanzar. Dicen que aquel es el legendario Lethes, el río del olvido, y que si lo cruzan olvidarán su identidad y su patria. DECIO, agarrando el estandarte de la legión, cruza el río y, desde la que hoy sería ribera gallega, llama uno a uno y por su nombre a sus soldados, para convencerlos de que no ha olvidado nada y poder proseguir la campaña. Desde allí avanzan hasta el Minius, el cual cruzan y siguen su marcha hasta que llegan a la costa, donde los romanos ven con asombro la puesta de sol en el océano. Somete numerosas tribus como los brácaros (bracari) que son los más belicosos. También derrota a los galaicos (gallaeci) que han venido en la ayuda de sus vecinos, con un ejército de sesenta mil hombres, y es esta victoria la que le valdrá el apodo de Gallaecus. El trabajo de sumisión, sin embargo, será lento pues muchas ciudades se sublevan en cuando salen los soldados y entre estas es mencionada Talábriga.
Las huestes visigodas toman definitivamente la ciudad de Emérita (Mérida)
Durante la campaña del visigodo EURICO contra los suevos, las huestes visigodas toman definitivamente la ciudad de Emérita (Mérida), metrópoli de la Lusitania, que se convertirá en uno de los puntos claves para el asentamiento de la aristocracia germánica. A partir de este momento, el dominio territorial del reino suevo se reducirá progresivamente, al noroeste peninsular con las fronteras primitivas y los visigodos establecerán parte de su pueblo en la Meseta Superior, en la actual comarca de Tierra de Campos (Campus Gothorum). La historia del pueblo de los suevos en España a los largo del siglo V es bastante conocida gracias a la crónica del obispo IDACIO, pero como ésta se interrumpe en el año 468, surge un período oscuro en este año que sólo terminará en el año 559.
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