Una bula del Papa Clemente V decreta la detención de los templarios en todos los territorios cristianos.


La detención de los templarios sin la autorización del pontífice, de quien depende directamente la Orden, hace protestar a CLEMENTE V pero FELIPE IV de Francia lo convence presentándole las confesiones obtenidas bajo tortura y consigue que el Papa promulgue la bula «Pastoralis praeminen» que decreta la detención de los templarios en todos los territorios cristianos. Presionado por el rey francés, CLEMENTE V convoca en 1308, mediante la publicación de la bula «Regnums in coelis» el concilio de Vienne que se celebrará entre 1311 y 1312.