El emperador, permanece durante tres días implorando perdón descalzo sobre la nieve.


Cuando el emperador se presenta ante el papa en el castillo de Canossa, en la fecha, no le cubre armadura alguna sino el sayal de penitente. Permanecerá durante tres días implorando perdón descalzo sobre la nieve, hasta que GREGORIO VII accedá a permitirle la entrada y concederle su perdón.