En la fecha, unos nobles aragoneses lanzan una campaña contra los musulmanes de la zona de Teruel y, a pesar de la experiencia de Peñíscola, el monarca hace acto de presencia. El rey quiere impedir que la conquista de nuevos territorios refuerce el poder de los señores feudales, que le disputan el poder en el interior de la misma Corona de Aragón. Esta vez, la acción resulta ser un éxito relativo. JAIME I de Aragón firma en Calatayud un tratado con Sa’ad Abu Said que gobierna sobre la región de Segorbe, por el que éste se hace vasallo del rey JAIME, pidiendo ayuda para expulsar a sus rivales en la región: los Ibn Aziz que dominaban Alcira, Játiva y Denia y el rey Zayyán que gobernaba en Valencia y Onda. Surgen nuevas disputas entre el rey y un sector de la nobleza aragonesa, encabezada, esta vez, por el noble Pedro Ahonés. Estalla una guerra civil.
