La Generalitat elabora un proyecto de concordia en el cual se libera a los remensas de los malos usos.


En un intento de romper la alianza entre el rey y los payeses, la Generalitat elabora un proyecto de concordia en el cual se libera a los remensas de los malos usos a cambio de que éstos paguen una compensación económica al señor. Un documento que se inspira en la propuesta sugerida cincuenta años antes por la reina Maria, esposa de Martín el Humano. La concordia tiene una respuesta desigual. En el bando remensa, el proyecto es muy aceptado en la comarca de Osona. En cambio, los payeses de la zona del obispado de Girona lo rechazan frontalmente. Simultáneamente, muchos señores consideran que la concordia significa una apropiación de sus derechos y un premio a los crímenes perpetrados por una banda de campesinos revolucionarios. Las posiciones están demasiado radicalizadas para poder llegar a un acuerdo. Francesc VERNTALLAT, uno de los líderes de la revuelta de los payeses iniciada en la Garrotxa, secunda las pretensiones del monarca de recuperar el poder político en Catalunya enfrente de las instituciones catalanas.