Después del 587, tras el fracaso del duque Astrovaldo, que ha tratado de combatir a los vascones sin conseguirlo, los francos llegan a un acuerdo con ellos para el establecimiento pacifico de éstos en las tierras llanas de Aquitania. Los vascones pagarán los tributos pero los territorios en los que habiten -un ducado virtualmente independiente- serán administrados por un duque designado por la corte merovingia. Surgiendo el Ducado de Vasconia [(de Vasconia derivarán Gaskonia (en euskara) y Gascuña (en castellano)], Una vez realizado el establecimiento, los vascones conservarán sus costumbres y su lengua. Parece que durante estos años se produce una intensa vasconización de las capas humildes de la población aquitana, singularmente la menos romanizada, mientras que las capas más romanizadas dan origen al pueblo gascón, de habla románica. Con el paso de los siglos mientras el gascón va extendiéndose en Gascuña, el euskara irá paulatinamente perdiendo hablantes.
