CÉSAR da la orden famosa: «Iacta alea est (la suerte está echada)»


Al alba del día siguiente, 12 de enero, CÉSAR da la orden famosa: «Marchemos hacia donde nos llaman los signos de los dioses y la iniquidad de los enemigos. Iacta alea est (la suerte está echada)». La reacción de los soldados es una aclamación unánime. Al frente de sus hombres, CÉSAR, que no admite la autoridad de POMPEYO, cruza el Rubicón marchando hacia Roma que será abandonada por POMPEYO al no tener sus legiones en Italia. Se inicia la Guerra Civil entre POMPEYO y JULIO CÉSAR (49-45 aC.). Desde entonces «cruzar el Rubicón» tiene el significado de dar un paso irrevocable. (La frase «Iacta alea est» -habitualmente traducida como «la suerte está echada», sería la traducción de una expresión griega que significa literalmente «los dados han sido echados» o «lancemos el dado».)