Condenación de PABLO de Samosata sustentador de la tesis de que Cristo es sólo un hombre ordinario.


Los obispos, reunidos en un segundo sínodo, en 268, invitan a PABLO de Samosata a una exposición completa de su pensamiento. Así se origina una discusión entre PABLO y el presbítero MALQUIÓN, doctísimo defensor de la ortodoxia. MALQUIÓN? logra confutar las teorías de PABLO y le obliga a admitir su error. El tercero de estos sínodos -también en 268- excomulga a PABLO, lo declara depuesto de su cargo y hace conocer a toda la Iglesia cuanto ha sucedido por medio de una carta encíclica. PABLO no reconoce el decreto del concilio ni el nombramiento de Domno para ocupar su sillón. Curiosamente, sin embargo, el concilio condena la palabra Homoousios (consustancial) por el hecho de que la emplea PABLO, término que, posteriormente, será esencial en la lucha contra el arrianismo.