Conversión del rey TEODOMIRO, y de la mayoría del reino suevo por la acción del joven sacerdote MARTÍN


Procedente de Panonia, hace unos años que ha llegado a la Gallaecia, MARTÍN, un joven sacerdote dispuesto a convertir a los suevos. Estos, aunque ya cristianos la mayoría, profesan el Arrianismo, y MARTÍN se propone convertirlos a la fe católica. MARTÍN de Braga o de Dumio, ha visitado Tierra Santa, Roma y las Galias. Desde Tours, donde venera el sepulcro del celebérrimo san Martín, llega a las costas gallegas. Funda el monasterio de Dumio, entra en relación con la corte sueva, y promueve su conversión del arrianismo al catolicismo. Su trabajo apostólico es grande, consiguiendo la conversión del propio rey TEODOMIRO, y de la mayoría del reino suevo, en el año 560. Posteriormente, en premio a su labor, será promovido obispo metropolitano de Braga.