Las islas Baleares se convierten en una nueva provincia hispanorromana.


Durante el gobierno del emperador VALENTINIANO I, en el año 365, las islas Baleares se convierten en una nueva provincia hispanorromana, a partir de la cartaginense, con el nombre de Baleárica (365-385) y capital en Pollentia (Pollença). Unos años después se añadirá una séptima: la Mauritania Tingitana, en África. La inclusión de la región norteafricana en la administración hispana se debe a razones de tipo militar, por el riesgo de incursiones de tribus bereberes nómadas y sin romanizar, tanto en la Mauritania como en la propia Hispania. Por primera vez en la historia, todo el territorio peninsular es puesto bajo una misma autoridad, aunque dependiente de instancias exteriores, en ese caso del prefecto de las Galias, que a su vez responde ante la suprema autoridad del emperador.