Marco Perpenna es derrotado en combate al presentarle batalla a POMPEYO, y es ejecutado.


Marco Perpenna asume el gobierno de las pocas plazas que se mantienen firmes a la rebelión en la Citerior como sucesor de Sertorio, pero poco después es derrotado en combate al presentarle batalla a POMPEYO, cae prisionero en el lance y es ejecutado poco después por orden directa de POMPEYO. Con su ejecución evita que Marco Perpenna utilice cierta correspondencia comprometedora que consigue tras la muerte de Sertorio y que inculpa a muchos aristócratas itálicos en la revuelta. POMPEYO concluye la guerra con rapidez y regresa con sus tropas a Italia dejando atrás una fidelísima clientela que necesitará más adelante.