El papa NICOLAS I depone a FOCIO y restituye a IGNACIO. Pero FOCIO seguirá en su puesto.


El papa NICOLAS I -ante quien ha recurrido IGNACIO por su enfrentamiento con el ministro bizantino BARDÁS (858)- envía dos legados a Constantinopla con el objeto de indagar la veracidad de los hechos. Pero estos delegados se dejan sobornar por FOCIO y refrendan la destitución de IGNACIO. El papa NICOLÁS I no se deja engañar y en un sínodo que se celebra en Roma en el año 863, NICOLÁS I depone a FOCIO y a los clérigos nombrados por él, restituye en la sede de Constantinopla a IGNACIO y manda castigar a los legados. El Papa recuerda que él es el primado y que Oriente también tiene que aceptar y cumplir las decisiones de Roma. El emperador pide al papa, a través de un escrito, que retire su decisión, pero inútilmente. A pesar de ello, FOCIO, contra la decisión del Papa, seguirá ocupando el Patriarcado de Constantinopla ya que cuenta con el apoyo imperial.