Antes de morir GREGORIO VII, perdonó a todos sus enemigos, excepto a ENRIQUE IV y a CLEMENTE III.


El papa GREGORIO VII que se ha retirado a Salerno, es fama que antes de morir -en la fecha- perdona a todos sus enemigos, excepto a ENRIQUE IV y al antipapa CLEMENTE III. Sus últimas palabras han sido una dolorosa adaptación del salmo 44. Dijo GREGORIO VII: «He amado la justicia y odiado la maldad, por eso muero en el destierro». Años más tade será canonizado como el «más resuelto defensor de la libertad de la Iglesia» y el Cardenal Pedro Damián, también un santo, le llamará «santo satanás», refiriéndose a su implacable energía. El conflicto de las investiduras entre el papa GREGORIO VII y el Emperador ENRIQUE IV ha impedido al papa poner en práctica su proyecto mas anhelado: reunir un gran ejército, ponerse él mismo al frente y dirigirse hacia Oriente para detener el avance de los sarracenos. No es ni un sueño ni una quimera. Es un grandioso plan estratégico. Si ese ejército es capaz de aliviar la presión del Islam sobre el Imperio de Bizancio, tal vez las Iglesias de Oriente y de Occidente se reconcilien. Y sobre todo: se ha de liberar Tierra Santa… «Prefiero recuperar los Santos Lugares -dijo- que gobernar el mundo entero”.