Los germanos consideran útil el comercio con el Imperio romano, pero cuando Roma parece debilitarse, experimentan la natural tentación de incrementar sus ganancias dedicándose al pillaje. En 167, las tribus germánicas de los marcomanos rebasan las fronteras romanas y penetran por el Danubio en el «limes» para saquear zonas fronterizas. La tensa situación requiere una solución de emergencia. Marco AURELIO recluta un nuevo ejército en el que participan esclavos y gladiadores. El propio emperador tiene que aportar sus joyas para sufragar los gastos. Pero el esfuerzo económico dará sus frutos y tras casi seis años de guerra -guerra danubiana-, los bárbaros se retirarán. Pero el imperio quedará debilitado y a aquella tentativa seguirán otras. De hecho, el nombre de bárbaros se aplica a todos los pueblos que no aceptan los límites del imperio ni las costumbres y hábitos culturales de los romanos. Es, por tanto una denominación muy genérica que abarca a nultitud de pueblos, algunos más cercanos como los germanos, y por ello mejor conocidos, y otros totalmente desconocidos.
