Fallece el papa ADRIANO VI al año justo de su entrada en Roma. Este papa no resultó simpático a los romanos, a quienes les había caído mejor su antecesor León X. ADRIANO VI no conocía su lengua y no sentía ningún interés por la poesía o el arte. La noticia de la muerte de ADRIANO VI fue señal de la alegría más intensa y al día siguiente se encontró en la puerta de la casa de su médico, Giovanni Antracini, un cartel con la inscripción: «EL PUEBLO ROMANO AL LIBERADOR DE LA PATRIA.» El populacho romano dio rienda suelta al odio contra el extranjero en una campaña que transformaba todas las virtudes del infortunado papa en vicios. En la tumba de ADRIANO VI se puede leer: “¡Ay, incluso la labor del mejor de los hombres debe estar a la merced de los tiempos en que vive!”. Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Leo Florentius (El león de Florencia), cita que hace referencia a su apellido familiar, los Florenz, cuyo escudo de armas contiene un león.