Prisionero en Normandía, GUILLERMO I de Escocia se ve obligado a firmar el Tratado de Falaise.


Prisionero en Normandía, GUILLERMO I de Escocia se ve obligado, en la fecha, a firmar el Tratado de Falaise (nombre de la fortaleza es la que está encarcelado) por el que reconoce ser vasallo del rey de Inglaterra. Asimismo, el clero de Escocia deberá reconocer la autoridad y la supremacía del arzobispo de York. Este tratado marca el fin, sobre el papel, de la independencia de Escocia.