ÁLVARO de Luna da un golpe de estado en Zafraga y se hace con el poder absoluto.


En la corte vuelven a configurarse, pese a todo, dos poderes: por un lado, el del príncipe heredero, ENRIQUE, que aparece como el apaciguador tras la batalla y que se apoya en Juan Pacheco y su hermano Pedro Girón y que defiende la política de la nobleza; por otro, el del valido de JUAN II rey de Castilla, ÁLVARO de Luna, que pretende reforzar la autoridad real. A raíz de esta pugna, el condestable da un golpe de estado en Zafraga (11 de mayo de 1448) y se hace con el poder absoluto. Pero aquello significa una nueva lucha en campo abierto que le coloca en la difícil situación cuando la derrota del portugués duque de Coimbra en la batalla de Alfarrobeira le priva del apoyo que le llegaba de Portugal.