Concordia de Villafranca entre Catalunya y el rey de Aragón JUAN II. Carlos de Viana es reconocido como lugarteniente real en Catalunya.


JUAN II, rey de Aragón, encomienda a su esposa JUANA Enríquez -ya que él está casi ciego- que negocie con la Diputació de Catalunya el fin de las hostilidades abiertas por el caso de Carlos, el príncipe de Viana. El 21 de junio de 1461 se firma un convenio conocido por Concordia de Villafranca (Convenio firmado entre la Diputación General de Catalunya y el rey JUAN II). A cambio del fin de las hostilidades, la concordia representa una humillación para el soberano, ya que tiene que aceptar un código de libertades políticas que convierte a Catalunya en una república coronada. CARLOS de Viana es reconocido como primogénito, heredero y lugarteniente real irrevocable en Catalunya, negándole al rey la entrada en el Principado que gobernará CARLOS de Viana dando plenos poderes a las instituciones catalanas y afirmando un pactismo extremo.