CONCORDIA DE VILAFRANCA (1461)

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Concordia de Villafranca entre Catalunya y el rey de Aragón JUAN II. Carlos de Viana es reconocido como lugarteniente real en Catalunya.


JUAN II, rey de Aragón, encomienda a su esposa JUANA Enríquez -ya que él está casi ciego- que negocie con la Diputació de Catalunya el fin de las hostilidades abiertas por el caso de Carlos, el príncipe de Viana. El 21 de junio de 1461 se firma un convenio conocido por Concordia de Villafranca (Convenio firmado entre la Diputación General de Catalunya y el rey JUAN II). A cambio del fin de las hostilidades, la concordia representa una humillación para el soberano, ya que tiene que aceptar un código de libertades políticas que convierte a Catalunya en una república coronada. CARLOS de Viana es reconocido como primogénito, heredero y lugarteniente real irrevocable en Catalunya, negándole al rey la entrada en el Principado que gobernará CARLOS de Viana dando plenos poderes a las instituciones catalanas y afirmando un pactismo extremo.

FERNANDO II es reconocido heredero de la corona aragonesa a la muerte de Carlos, el príncipe de Viana.


FERNANDO II es reconocido heredero de la corona aragonesa a la muerte de Carlos, el príncipe de Viana.

FERNANDO y JUANA, hijo y esposa de JUAN II, ocupan el cargo de Gobernador general de Catalunya.


La Concordia de Vilafranca está en peligro, por lo que JUAN II, prudentemente, manda a su hijo de diez años de edad, FERNANDO (que se encuentra en Calatayud), junto a su esposa JUANA Enríquez para ocupar el cargo de Gobernador general de Catalunya, (honorífico por su edad en el caso de FERNANDO).

FERNANDO y su madre llegan a Barcelona y se refugian en Girona protegidos por tropas francesas.


FERNANDO y su madre llegan, en la fecha, a Barcelona. Entre diciembre de 1461 y febrero de 1462, la reina conspirará contra las autoridades catalanas desafectas a su esposo y éstas, temerosas de un cambio político que les pueda costar la vida, toman la delantera y empiezan a perseguir a sus oponentes. La reina, temiendo también ella por su vida y por la de su hijo FERNANDO, se refugia en Girona, donde cuenta con la protección del obispo Joan Margarit y con la ayuda de tropas de LUIS XI de Francia, con quien su marido negocia. Los partidarios del monarca, acusados de conspiración son ejecutados en Barcelona y el Consejo del Principado hace preparativos para levantar un ejército que salga en pos de JUANA Enríquez y el príncipe FERNANDO.

En Catalunya, las tropas reales entran en Girona, al mismo tiempo que lo hacen las francesas.


En Catalunya, las tropas reales -rompiendo la Concordia de Vilafranca- entran en Girona, al mismo tiempo que lo hacen las francesas, enviadas por LUIS XI, conquistando la ciudad. El príncipe FERNANDO apoyado por las tropas francesas, se junta con su padre JUAN II en Montcada, pasando seguidamente a Zaragoza. El Principado se halla en plena revuelta. Muchos “buscaires” son ejecutados.