El emperador VALENTE de Oriente (364-378) se convierte al arrianismo y persigue a los cristianos y paganos. Pero ya muchos semiarrianos -que defienden que la naturaleza de Dios y la de su Hijo son semejantes- (los arrianos defienden que la naturaleza de Dios y la de su Hijo son distintas), están adaptando el Símbolo Niceno (que defiende que Dios y su Hijo son de la misma naturaleza)
