Tras la muerte de Claudio II es nombrado emperador su hermano QUINTILIO. En contra de lo habitual en esta época es aceptado tanto por el senado como por las provincias que están bajo control imperial. Tras ascender al trono se dirige directamente a Aquilea, que utiliza como base para las fuerzas defensivas del norte de Italia. En Roma se teme el ataque del Imperio Galo que se ha separado del territorio controlado por Roma y que es gobernado en ese momento por VICTORINO. AURELIANO, antiguo colaborador de Claudio II e igualmente aspirante al trono, está estacionado como comandante de las tropas en las provincias balcánicas y tiene que enfrentarse a las repetidas invasiones de las tribus germánicas que intentan cruzar el Danubio. Tras una victoria importante es proclamado emperador por sus tropas de Panonia y se pone en marcha para arrebatarle el trono a QUINTILIO. Éste comete el error de quedarse en Aquilea en vez de pasar a Roma donde tiene más apoyo aún cuando se entera que Aureliano se está acercando a Aquilea. Tras notar que sus tropas son muy inferiores a los agresores y para evitar una guerra civil se suicida abriéndose las venas en 8/270. Según los historiadores antiguos sólo estuvo 77 días en el poder.

AURELIANO, oficial de la más alta categoría, es nombrado nuevo emperador romano (270-275). Cuando los godos se enteran que Claudio II ha muerto, creen que pueden reanudar impunemente sus correrías por el Imperio, pero AURELIANO los derrotará tan decisivamente como lo hiciera su antecesor.

Alrededor de la fecha, los visigodos dominan totalmente la provincia de Dacia. La riqueza del Imperio romano atrae desde hace años a la tribus germánicas que habitan a lo largo de las fronteras del Rin y del Danubio; éstas -en vista también de la crisis que en el siglo III ya es manifiesta en el Imperio romano- han empezado a unirse en poderosas confederaciones y a realizar no sólo incursiones en el territorio romano, sino a consolidar verdaderas conquistas. Tras la primera gran invasión germana, la alarma general llevará, entre otras cosas, a amurallar todas las urbes. La producción y el comercio se irán resintiendo y se alterará la circulación de moneda. Los ciudadanos de recursos, agobiados por las contribuciones exigidas desde Roma para solventar una administración y un ejército insostenibles, empezarán a establecerse en sus latifundios y en ellos se robustecerán, incluso con milicias. Éste será el primer paso de un amplio movimiento migratorio que tendrá como efecto la ruralización. AURELIANO refuerza la frontera Norte abandonando la Dacia en manos de los visigodos, de los vándalos y de los gépidos. Esa región, situada al norte del Danubio, queda muy expuesta, y se considera que es más conveniente para el Imperio mantenerse fuera de ella, fijando en el Danubio la frontera septentrional. Los ostrogodos se mantienen al norte del Mar Negro.

AURELIANO, emperador romano, inicia la tarea de erigir una muralla en torno a Roma (Muralla Aureliana), una ciudad que no la ha precisado durante cinco siglos. Esta muralla tiene 18.837 metros y encierra una superficie de 1.730 Ha. Este inmenso perímetro está rodeado por una cortina de obra de ladrillo bien construida, sobre un basamento de piedra. Reforzada con torres cuadradas en los puntos vulnerables, tiene puertas magníficas. (Actualmente en buen estado de conservación). Sólo entonces se sentirá lo bastante seguro como para dirigirse a Oriente y enfrentarse a Zenobia.

AURELIANO cuando se siente suficiente fuerte, emprende una campaña militar contra Zenobia de Palmira, reordenando el poder en Asia Menor. Reconquista  en el año 272, el Asia Menor y destruye Palmira, la capital de ZENOBIA, a la que hace prisionera. El reino de Palmira pasa a la historia y AURELIANO toma el camino de regreso hacia Occidente. Por su parte, PABLO de Samosata,  obispo y virrey de Palmira, sostenido por ZENOBIA, ha permanece en el episcopado de Antioquía hasta el presente año 272 a pesar de haber sido depuesto de este cargo por el sínodo de 268. En 272, pues, el emperador AURELIANO lo hace expulsar. Desde entonces PABLO de Samosata desaparece por completo de escena y no se vuelve a mencionar en la Historia. Del mismo modo, poco a poco, irán desapareciendo también sus partidarios y seguidores. La condenación de PABLO de Samosata es una demostración de todo lo arraigado que estaba ya en los primeros tiempos de la Iglesia el dogma de la divinidad de Jesucristo, en contra de lo que han pretendido algunos críticos, fundados únicamente en meras cavilaciones,

La economía del Imperio Galo está en crisis. Se observa un empeoramiento en la acuñación de la moneda, tanto en su elaboración como en el contenido de metales preciosos. En 273 el emperador romano AURELIANO empieza a reconquistar las provincias del Oeste tras sus victorias en el Este. Según algunas fuentes las tropas de TÉTRICO son vencidas. Otras dicen que TÉTRICO y su hijo se refugian en el campamento de su enemigo para escapar así de las constantes amenazas de levantamientos en sus propias filas. Serán exhibidos como cautivos en la marcha triunfal de AURELIANO, aunque éste les pondrá luego en libertad e incluso ocuparán puestos importantes en la administración. El Imperio Galo ha llegado a su fin.

Se produce en el Imperio romano, un sincretismo entre la religión mitraica y ciertos cultos solares de procedencia oriental, que cristalizan en la nueva religión del Sol Invictus. Dicha religión es establecida como oficial en el Imperio, en la fecha, por el emperador AURELIANO, quien erige en Roma un espléndido templo dedicado a la nueva divinidad, y crea un cuerpo estatal de sacerdotes para rendirle culto, cuyo máximo dirigente lleva el título de pontifex solis invicti. AURELIANO atribuye a Sol Invictus o Sol Yemus” (en alusión al dios semita Yemo, cuyo culto se mezcló con el de Mitra en el siglo VII a. C. como consecuencia de unas guerras entre los nómades semitas del Urartú y los persas indoiranios) sus victorias en Oriente. Este sincretismo, sin embargo, no conllevará la desaparición del mitraísmo, que seguirá existiendo como culto no oficial. Muchos de los senadores de la época profesarán al tiempo el mitraísmo y la religión del Sol Invictus.

En este año, siendo emperador romano AURELIANO se produce una nueva persecución de los cristianos (la considerada “novena” persecución general) pero semejante afirmación no pasa de lo legendario.

AURELIANO, por muchas razones un gran emperador romano, muere lejos de Roma, víctima de una venganza particular, sin ninguna razón política.