GASPAR de Coligny (Jefe de los hugonotes)(1519-1572)

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San Quintín es tomada a sangre y fuego con la intervención del propio FELIPE II.


A pesar de la derrota de los franceses, San Quintín ha resistido durante quince días bajo el mando del almirante GASPAR de Coligny, un fanático hugonote que no duda en ahorcar a aquellos que flaquean en la defensa. Mientras tanto, llega el propio FELIPE II a las murallas de la ciudad con más de 20.000 hombres de refuerzos, entre los que se encuentran más de 5.000 ingleses. Durante esos días del asalto es la primera y única vez que el monarca se pone una armadura para arengar a las tropas, pero sin participar directamente en la batalla. FELIPE II no disimula en absoluto la repugnancia que le despierta aquel espectáculo sangriento, extrañándose de que su padre se sintiese tan a gusto en las batallas. Por fin, en la fecha, la ciudad es tomada a sangre y fuego, tras lo que sigue un horrible saqueo.

Con la matanza de Vassy, organizada por Francisco de Guisa, empiezan las guerras de religión en Francia.


Con el baño de sangre de Vassy, organizado por Francisco de Guisa, adversario de la política de apaciguamiento hacia los hugonotes, empiezan las guerras de religión en Francia. Si los hugonotes no pueden hallar la paz en Norteamérica, tampoco la encuentran en Francia, donde ni siquiera se les tolera. Y todo ello ocurre en 1562, mientras COLIGNY envía colonos a Norteamérica.

A pesar de la situación en Francia, el edicto de Paz de Amboise asegura la libertad de culto a los hugonotes.


A pesar de que FRANCISCO de Guisa es asesinado por un fanático hugonote, el edicto de Paz de Amboise asegura la libertad de culto a los hugonotes. El principal autor de esta pacificación fue el almirante GASPAR de Coligny, soldado y político francés, que fue quien rindió en 1552 a los españoles, la plaza de S.Quintín tras una heroica resistencia de diecisiete días. Convertido al protestantismo durante su cautiverio, se erigio, junto con el príncipe de CONDÉ en jefe de los hugonotes.

CATALINA de Médicis, ordena el asesinato de los líderes hugonotes.


En París (Francia), los hugonotes, con GASPAR de Coligny al frente, están alcanzando cotas de poder preocupantes para la monarquía católica. La concentración en París de numerosas figuras de este partido político-religioso con motivo de la boda de ENRIQUE de Navarra, el futuro Enrique IV de Francia, con MARGARITA de Valois da ocasión a la reina madre CATALINA de Médici, que está preocupada por el ascendiente que GASPAR de Coligny está logrando sobre CARLOS IX, el joven rey de Francia, para ordenar el asesinato de los líderes hugonotes.

A las tres de la madrugada de San Bartolomé, Gaspar de Coligny es asesinado junto con toda su familia.


En París, hacia las tres de la madrugada del 24.8.1572, día de S. Bartolomé, los católicos ENRIQUE I de Guisa, el duque de Aumale y el bastardo de Angulema van con espadachines a la residencia del almirante GASPAR de Coligny, jefe de los hugonotes. Allí asesinan a toda su familia y a él lo apuñalan y lo arrojan por la ventana. Las campanas de Saint Germain dan la señal para el comienzo de una tan atroz como injustificada matanza de hugonotes. Es la «Noche de San Bartolomé». De todas partes sale gente a la calle. Entran violentamente en las casas donde se encuentran hugonotes y los degüellan, los estrangulan o los matan a tiros. Las estrechas plazas y callejas están llenas de ruido de muerte, gritos de auxilio y estallidos de disparos. El drama se extiende rápidamente. En un balcón del palacio de Louvre se ve a CARLOS IX rodeado de sus amigos de Guisa disparando mosquete tras mosquete sobre los hugonotes que huyen a la sombra del palacio real, como si se tratara de una cacería…. Enrique de Navarra salva la vida porque se apresura a anunciar su conversión al catolicismo.