La Inquisición española prohibe «Reflexiones sobre la Revolución Francesa», del político y escritor británico Edmund Burke. A lo largo de los próximos años serán prohibidos muchísimos libros relacionados con la Revolución Francesa.

La Inquisición censura «los Caprichos» de Goya.

Invasión napoleónica, en la fecha, de los Estados de la Iglesia en Italia.

Ocupación francesa de la ciudad de Mantua en los Estados de la Iglesia.

NAPOLEÓN Bonaparte ha invadido los Estados Pontificios, saqueándolos y expoliándolos. Por el Tratado de Tolentino , firmado entre NAPOLEÓN y PÍO VI, el Papa cede a Francia, Aviñón y el Condado veneciano; a la república Cisalpina: Bolonia, Ferrara y Romania. Sobre el significado del Tratado de Tolentino en la historia del poder temporal de la Iglesia no son unánimes las opiniones de los historiadores. Sin embargo, el hecho de que Bonaparte no impusiera al papa ninguna cláusula sobre su papel de guía espiritual de la cristiandad representa una nueva concepción en la relación Iglesia-Estado. Con el Tratado de Tolentino la iglesia romana aceptaba, sin duda a su pesar, «el primer gran distanciamiento del poder temporal», pero «retomaba también la conciencia de disponer, según una promesa antigua, de valores eternos. Estas eran las señales de una nueva era»

Durante la Revolución Francesa, la Orden de Malta pierde primeramente sus posesiones en Francia y en 1798 Malta, que en 1800 pasará a manos de Inglaterra.

El 10 de febrero de 1798 el ejército francés llega a Roma. Al ser asesinado -en la fecha- un general francés por soldados pontificios, es revocado el poder temporal del papa y proclamada la República Romana. La República Romana es creada, pues, el 15 de febrero de 1798 y existirá hasta el 30 de septiembre de 1799 (excepto durante la ocupación napolitana: 28 de noviembre – 14 de diciembre de 1798). Berthier, el general francés, espera, sin duda, que el Papa PÍO VI huya, pero no lo hace. Berthier, entonces, lo apresa y se lo lleva con él. PÍO VI tiene ochenta años. En vano suplica que le dejen morir en Roma. «Podéis morir en cualquier parte», le responden… En un carruaje, se lo llevan pasando por Siena y por Florencia. Finalmente, es deportado a Valence-sur-Rhône, Francia, en calidad de prisionero de Estado.

A pesar del Concordato de 1737 y de que Carlos III había reforzado las prohibiciones de que las «manos muertas» adquiriesen nuevos bienes, los eclesiásticos españoles se habían resistido. La primera desamortización efectiva comienza en 1798 con un Real Decreto de fecha 19/9/1798 de CARLOS IV que es motivada por la necesidad de atender los gastos de las guerras contra Francia y contra Inglaterra. No serán, pues, los liberales quienes iniciarán la desamortización en España, de hecho es CARLOS IV quien lo hace aunque sus razones son más fiscales que ideológicas.

Fallece en Valence-sur- Rhône, en la fecha, PÍO VI quien antes de morir ha dispuesto, en previsión de los acontecimientos, que se procediera a la elección del nuevo Papa donde y como se pudiera. Permanecerá insepulto hasta febrero del año siguiente, que lo enterrarán en el cementerio local de Valence. En 1802 sus restos serán trasladados a las grutas vaticanas de Roma. Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Peregrinus apostolicus (El peregrino apostólico), cita que al parecer hace referencia a que se ve obligado a desplazarse de Roma a Valence (Francia) donde fallece. Otra explicación a la cita es la utilización durante un viaje apostólico a Austria de la divisa Peregrinus apostolicus, Viennae, 1782, aunque esto bien podría haber sido precisamente para ampararse en las Profecías de San Malaquías, ya entonces muy conocidas. Es sin embargo este un caso en que se apoyan algunos eruditos para considerar que estas «profecías» son un fraude creado para hacer ganar el papado a cierto candidato en 1592.

El Jubileo correspondiente a 1800 no se celebra a causa de los profundos cambios que involucraron el continente europeo después de la Revolución Francesa. En el año 1797 las tropas francesas ocuparon Roma y la ciudad se transformó en el centro de la República Romana. El Papa Pío VI que debería haberlo convocado, murió desterrado en el año 1799. El año que debía haber sido jubilar transcurrió entre la ausencia forzada del Papa de Roma, las difíciles condiciones políticas generales y la incertidumbre que caracteriza los tiempos de guerra. Todos estos factores impidieron a Pío VII celebrar el Año Santo, incluso con retraso.