PÍO VI (Papa)(1775-1799)

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Año Santo. Proclamado por el Papa Clemente XIV y abierto por Pío VI.


Año Santo. Proclamado por el Papa Clemente XIV, el día de la Asunción -como es costumbre- del año anterior, 1774. Habiendo fallecido Clemente XIV en setiembre de 1774, sólo en Febrero del año siguiente 1775, ya con el nuevo Papa, Pío VI,  pudo declararse abierto el Jubileo. Por primera vez la Bula de convocación del Jubileo se hace en idioma italiano: «L’Autore della nostra vita». Pío VI, en febrero apenas elegido, abrió la Puerta Santa en San Pedro para el Jubileo más breve de la historia. Fueron realizadas también algunas obras públicas, entre ellas la restauración de los hospitales Espíritu Santo y San Juan. El Jubileo del año 1775 es recordado también por la presencia de un numeroso grupo de Patriarcas y Obispos católicos de rito oriental.

Antonio Braschi dei Bandi es coronado papa bajo el nombre de PÍO VI.


Conte Angelo Onofrio Melchiorre Natale Giovanni Antonio Braschi dei Bandi es coronado papa bajo el nombre de PÍO VI (15.2.1775 -29.8.1799). Es el 15 de febrero de 1775 cuando es elegido Papa. Puesto que aún no es obispo, es inmediatamente consagrado por el cardenal Gianfrancesco Albani, decano del Sacro Colegio Cardenalicio. Coronado papa por el cardenal Alessandro Albani, protodiácono de Santa Maria in Via Lata. Los territorios franceses de jurisdicción pontificia -el condado Venesino y Aviñón- que habían sido devueltos a Clemente XIV por Luis XV iban a durar muy poco en poder de sus titulares, los papas. Es a Pío VI a quien le tocará vivir el proceso revolucionario francés; cargado éste de anticlericalismo, el papa no podrá sino denunciar las actuaciones del régimen revolucionario y condenar la persecución religiosa a que serán sometidos los cargos eclesiásticos.

Discurso de PÍO VI, en el que reprueba alguna de las medidas ya tomadas por la Asamblea Constituyente.


Discurso de PÍO VI, en la fecha, en el que reprueba alguna de las medidas ya tomadas por la Asamblea Constituyente. Los miembros de la Asamblea se enfurecen especialmente contra el clero después de este discurso y también por las noticias recibidas desde el Norte y Sur donde la justa insatisfacción de las conciencias Católicas ha provocado disturbios; particularmente la elección del Protestante Rabaut Saint-Etiene a la presidencia de la Asamblea Nacional ha generado conmoción en Toulouse y Nimes.

El Papa PÍO VI expresa su alarma a LUIS XVI y le urge a que no firme la Constitución Civil del Clero.


En la Fiesta de la Federación Nacional, los trescientos pastores que ofician en el altar de la nación usan la faja tricolor sobre sus vestimentas pastorales y ruegan por la bendición de Dios sobre la Revolución. Están presentes representantes de las ciudades de Francia, y es inaugurado una especie de culto, el de la tierra Patria, el origen remoto de todos los «cultos Revolucionarios». El Papa PÍO VI expresa su alarma a LUIS XVI y le urge a que no firme la Constitución Civil del Clero. Unos días más tarde, LUIS XVI le indica que si se niega su vida y la vida de su familia podría quedar en peligro.

LUIS XVI promulga la Constitución Civil del Clero. Será reprendido por el Papa PÍO VI.


LUIS XVI promulga la Constitución Civil del Clero. Será reprendido por el Papa PÍO VI en un comunicado confidencial, el 22 de septiembre.

PÍO VI, emite una condena solemne de la Constitución Civil en una solemne Carta al clero y al pueblo francés.


En esta coyuntura, viendo a la Iglesia Constitucional establecida contra la Iglesia legítima, PÍO VI, el 13 de Abril de 1791, emite una condena solemne de la Constitución Civil en una solemne Carta al clero y al pueblo. En ella se condena a los sacerdotes que hayan jurado -«juramentados»- fidelidad a la legalidad revolucionaria en Francia.

Anexión a Francia del Condado Venesino y de la ciudad de Aviñón -que pertenecen a los Estados Pontificios.


El 2 de Mayo de 1791, la anexión del Condado Venesino y de la ciudad de Aviñón -que pertenecen a los Estados Pontificios pero son un enclave en tierra francesa- por parte de las tropas francesas marca la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Francia y la Santa Sede. Desde este momento, se retira el embajador de Francia en Roma y lo mismo hace el nuncio en París. PÍO VI insta a la resistencia de los Católicos. Las Misas celebradas por los sacerdotes no juramentados atraen multitudes de fieles. La muchedumbre se junta para golpear e insultar a monjas y otras mujeres piadosas. Aviñón deja de estar bajo el control de la Iglesia y queda anexionada a Francia. (De 1309 a 1377 ha sido residencia de los papas, y después fue administrada por gobernadores nombrados en Roma.

Una Carta papal del 19 de Marzo de 1792, renueva la condena de la Constitución Civil del Clero.


Una Carta papal (PÍO VI) del 19 de Marzo de 1792, renueva la condena de la Constitución Civil del Clero e impone excomunión mayor a todos aquellos sacerdotes juramentados que no se retracten dentro de los sesenta? días, y a todos los Católicos que permanezcan fieles a estos sacerdote.

Varios asuntos pueden servir de pretexto al desencadenamiento de la guerra entre Francia y la Iglesia.


Tres asuntos pueden servir de pretexto al desencadenamiento de la guerra entre Francia y la Iglesia. El asunto de Aviñón enfrenta a Francia con el papa PÍO VI. Los habitantes del enclave se han sublevado contra las autoridades pontificias y piden su incorporación a Francia. El asunto de los príncipes con posesiones en Alsacia afecta al Imperio: algunos nobles, súbditos del emperador han conservado derechos feudales en Alsacia después de la anexión francesa en el siglo XVII. El tercer asunto, el de las concentraciones de emigrados en las ciudades renanas, ha provocado ya una protesta francesa en diciembre de 1791.

Durante la época del «Terror» hasta la «Iglesia Constitucional» queda abolida.


Durante la época del «Terror» hasta la «Iglesia Constitucional» queda abolida. El Papa PÍO VI decreta que los sacerdotes «juramentados» queden ipso facto suspendidos «a divinis», declara que la Constitución francesa es herética y cismática y acoge en Roma a numerosos sacerdotes exiliados. Por otra parte, en tiempo de Pío VI entra en funciones el verdugo más famoso de Roma, Giambattista Bugatti.