ERVIGIO, en sus intentos de acercarse más a la facción contraria de la nobleza -el miedo volvía a hacer presa de los reyes usurpadores- amnistía, en la fecha, a los sublevados de la Narbonense contra Wamba, pero, a su vez, quiere proteger a su familia casando a su hija Cixilo con un sobrino de Wamba, ÉGICA, a quien nombra su sucesor, para evitar que vaya contra su familia a su muerte. El rey ERVIGIO, asimismo, decreta la condonación de los impuestos sobre esclavos impagados antes de su ascenso al trono. Con esta medida pretende obtener el apoyo de la nobleza poseedora de siervos.

ÉGICA (687-702) yerno y sobrino de Wamba le sucede en el trono. Ha sido nombrado sucesor por ERVIGIO frente a la posible candidatura de sus propios hijos y obviando el tradicional proceso de elección entre los reyes visigodos. Por otra parte, este rey, ensombrecido por la deplorable situación económica heredada y agravada por una terrible epidemia de peste bubónica, sigue con políticas antijudaicas ya bien conocidas, aunque en principio parece que su actitud va a ser de tolerancia.

La provincia de la Galia Narbonense es azotada en 693-694 por un terrible rebrote de peste bubónica, que se transmite por pulgas y roedores. La mortandad es tan elevada que puede considerarse como una catástrofe demográfica.

En Hispania, el primado de Toledo, SISBERTO, intenta una conjura contra el rey de los visigodos ÉGICA.

Inicia sus sesiones el XVII Concilio de Toledo. Se celebra este Concilio en tiempo del visigodo ÉGICA. Bajo el pretexto de que conspiran contra el Estado, se dictan nuevas normas de represión y segregación contra los judíos, entre ellas la privación de bienes a los acusados de conjura contra el rey y la patria y la pérdida de su condición de hombres libres junto a sus familias. Los obispos hispánicos de origen visigodo consiguen ejercer, por estas fechas, el control sobre la mitad de los episcopados. La otra mitad es de origen germano.

Inicia sus sesiones el XVIII Concilio de Toledo. Último de los Concilios de Toledo convocado en la Hispania visigoda antes de la conquista musulmana y quizás, el último del Siglo de los Concilios. Las actas de este concilio están perdidas desde siempre, por lo cual se desconoce la fecha exacta de su celebración, los prelados que participaron y las cuestiones tratadas. Parece que su celebración fue entre los años 698 y 702, presidido por el obispo de Toledo Félix o por Gunderico.

WITIZA es asociado por su padre ÉGICA, al trono de los visigodos para garantizar su sucesión.

Los árabes omeyas constituyen, con los bereberes del Magreb, una coalición que a partir de 699, sin éxito de momento efectúan diversas incursiones a la Península Ibérica.

Rebelión de nobles en Toledo.

ÉGICA, en la fecha, asocia al trono a su hijo WITIZA, que fijará su sede en la ciudad gallega de Tui como corregente de su padre y rey del antiguo reino de los suevos. El ejercicio del poder regio es compartido, poniéndose de actualidad el gran problema de la corona visigoda: la sucesión al trono. Existen dos posturas diferenciadas entre la población hispanovisigoda: 1) La nobleza visigoda, partidaria de un sistema de corte germánico defiende la elección del rey por los nobles. 2) Los hispanorromanos, apoyados por los obispos, defienden la monarquia hereditaria.