CLEMENTE VIII (Papa)(1592-1605)

Total de piezas: 15

CLEMENTE VIII -papa- (9.2.1592 – 3.3.1605). Hombre grave, ascético y reflexivo.


Ippolito Aldobrandini es coronado papa con el nombre de CLEMENTE VIII (9.2.1592 – 3.3.1605). Hombre grave, ascético y reflexivo. Tras la muerte de Inocencio IX, y durante veinte días, tiene lugar un tormentoso cónclave en el que el rey español FELIPE II intenta influir para que, al igual que ha ocurrido con los dos papas anteriores, resulte elegido un pontífice próximo a los intereses españoles. Sin embargo, el Colegio cardenalicio, deseoso de librarse de la influencia española en los asuntos de la Iglesia, logra que el candidato elegido fuera el cardenal Aldobrandini. Menos amigo y protector de la causa española que los anteriores, nacido en Roma, aunque de familia florentina. Y fue este papa más joven y vigoroso, quien prosiguió los intentos de SIXTO V por atraer a ENRIQUE y su facción hacia la causa del catolicismo con la clara idea de que Francia era la “hija mayor de la Iglesia” y que el papado no debía de servir a España como si la catolicidad dependiera de forma única, servil y exclusiva de los deseos del poderoso, enfermo y anciano FELIPE II.

El papa CLEMENTE VIII institucionaliza la práctica en todas las diócesis de la devoción de las Cuarenta horas que se ha iniciado en Milán en 1527.


En 1592 el papa CLEMENTE VIII institucionaliza la práctica en todas las diócesis de la devoción de las Cuarenta horas que se ha iniciado en Milán en 1527.

ENRIQUE IV, tras verse forzado a levantar el cerco a que tiene sometido París, decide abrazar nuevamente el catolicismo.


Uno de los aspectos más destacados del pontificado de CLEMENTE VIII es la liberación de la Iglesia de la influencia que sobre su política ejerce el rey español FELIPE II. Ello implica un cambio de alianzas para lo cual es necesaria su reconciliación con Francia, país con el que el Vaticano ha roto sus relaciones en 1572 a raíz de los sucesos conocidos como la Noche de San Bartolomé, y que llevaron a la excomunión de su rey, ENRIQUE IV, por el papa Sixto V tras su abjuración del catolicismo. Las guerras de religión que provocan estos hechos se prolongan hasta 1593, año en el que ENRIQUE IV tras verse forzado a levantar el cerco a que tiene sometido París ante la sola aproximación de los tercios españoles procedentes de Flandes, comprende la inestabilidad de su propia corona y decide abrazar nuevamente el catolicismo, dejando a los defensores de la ortodoxia cristiana sin razones en que basar su oposición a la nueva monarquía borbónica.

ENRIQUE de Borbón, abjura solemnemente del “calvinismo” en la abadía de Saint Dennis (París).


El Papa CLEMENTE VIII declara resueltamente: «Queremos la paz para Francia, pero sin fomentar las ambiciones de una potencia extranjera». Es decir, que el Papa no quiere convertirse en capellán del rey de España. Así, pues, ENRIQUE de Borbón, abjura solemnemente -en la fecha- del “calvinismo” en la abadía de Saint Dennis (París), tras pronunciar la frase histórica de “París bien vale una misa” y se convierte al catolicismo. Así se establece la dinastía de los Borbones en el trono francés.

Clemente VIII absuelve solemnemente al rey converso, lo reconoce como rey legítimo de los franceses y lo admite sin restricciones en el seno de la Iglesia.


Dos años después, el 25 de julio de 1595, Clemente VIII absuelve solemnemente al rey converso, lo reconoce como rey legítimo de los franceses y lo admite sin restricciones en el seno de la Iglesia.

Castelgandolfo, pasa en 1596, al Pontífice que, en 1604, la declara patrimonio de la Santa Sede.


La familia propietaria del castillo residencia veraniega de los papas en Castelgandolfo, levantado en 1200, no puede pagar una deuda al papa CLEMENTE VIII, por lo que la propiedad de este castillo, pasa en 1596, al Pontífice que, en 1604, la declara patrimonio de la Santa Sede. (El Papa Urbano VIII decidirá, en 1623, convertir este lugar en su mansión de verano).

Se instituye una comisión que tras nueve años de sesiones establecerá que la publicación de cualquier libro requiere la autorización previa del Santo Oficio.


Desde 1594 está viva la controversia que enfrenta a jesuitas y dominicos suscitada por la publicación, en 1588, de la obra del jesuita Luis de Molina “Sobre la concordia del libre albedrío con los dones de la gracia”, en la que aborda los efectos de la gracia y el libre albedrío. Para resolver la polémica instituye, en 1597, una comisión, la Congregatio de auxillis gratia en la que tras nueve años de sesiones establecerá que la publicación de cualquier libro requiere la autorización previa del Santo Oficio.

La intervención del Papa Clemente VIII entre España y Francia consigue la paz con el Tratado de Vervins.


En 1597, CLEMENTE VIII saca provecho a su cambio de alianzas cuando, en octubre de 1597 muere sin descendencia Alfonso II, duque de Ferrara, y el papa ve la ocasión de anexionar los territorios del fallecido a los Estados Pontificios. España no comparte el proyecto de Clemente y maniobra para que César de Este, un primo ilegítimo de Alfonso, de continuidad a la dinastía. Es entonces cuando el papa acude a ENRIQUE IV de Francia que le promete la ayuda militar necesaria para llevar a término su plan. FELIPE II, que por estas fechas parece comprender que restan pocas hojas en su calendario particular, no quiere abrir un nuevo frente de lucha y desiste de la pelea. Las tropas pontificias pueden así entrar en Ferrara sin obstrucción, ocupar la ciudad e integrarla en las posesiones de la Iglesia. Conseguido su objetivo, el papa CLEMENTE media entre España y Francia para que entablen negociaciones de paz que culminan el 2 de mayo de 1598 con el Tratado de Vervins. España devolverá además el Vermandois y otros territorios, confirmando la Paz de Cateau-Cambrésis.

El papa CLEMENTE VIII anuncia el Jubileo para 1600 y que supondrá la llegada a Roma de tres millones de peregrinos.


El 19 de mayo de 1599, con la publicación de la bula Annus Domini placabilis, el papa CLEMENTE VIII anuncia el Jubileo que habrá de celebrarse en 1600 y que supondrá la llegada a Roma de tres millones de peregrinos.