Con motivo de la entrega de las cartas credenciales del nuevo embajador belga ante la Santa Sede, el Papa Pío XII hace un nuevo llamamiento a los beligerantes para que cesen en sus hostilidades.

Desde septiembre de 1939, la población del Reich tiene la sensación de que algo extraño está sucediendo. El repentino e inexorable traslado de enfermos terminales desde los hospitales hasta determinados sanatorios, como el de Hadamar, la creciente circulación de los autocares del servicio de correos con los cristales oscurecidos entre diversas instituciones de salud mental, la proliferación de documentales en las sesiones cinematográficas como “Das Erbe” (La herencia), o “Dasein ohne Lieben” (Existencia sin vida), en los que se aboga sin tapujos por el establecimiento de un programa de eutanasia, y otras cosas por el estilo, al amparo de la Ley para la protección de la salud hereditaria de 14/7/1933, hacen temer a muchos de que en Alemania se está llevando a cabo un sistemático y amplio programa de eliminación de enfermos por parte del Estado.

El día 16, los alemanes han conseguido cercar por completo Varsovia y piden la rendición de la capital del país. Su solicitud es rechazada por los polacos. El grueso del Ejército polaco es aniquilado entre Lvov y Chelmo mientras se sigue batallando en Bzura hasta el día 19. Por otra parte, la 20ª División alemana de infantería y la 10ª Panzer atacan el fuerte de Brest-Litovsk.

Para colmo de males, el día 17 de septiembre, bajo el pretexto de “liberar al pueblo polaco de la desafortunada guerra a la que ha sido arrastrado por sus imprudentes líderes (…) y proteger a los ucranianos y rusos blancos (partidarios de las fuerzas contrarrevolucionarias durante la guerra civil rusa) que viven en su territorio”, el Ejército Rojo invade Polonia por el este en un frente de 1500 km., sin encontrar grandes unidades a su paso, ante la creencia de que los soviéticos vienen en su ayuda y también, por otra parte, porque la mayoría de las unidades polacas están en liza contra los alemanes. El Gobierno polaco solicita asilo a Rumanía que es aceptado. Gran Bretaña y Francia no intervienen pretextando que las garantías franco-británicas a Polonia están específicamente dirigidas contra Alemania. Polonia se repartirá entre Alemania y la URSS.

Soviéticos y alemanes se encuentran en Brest-Litovsk. Aunque quedan bolsas de resistencia, la campaña de Polonia se da por decidida. Brest-Litovsk quedará en manos de los soviéticos, de acuerdo con el pacto de no agresión mutuo y de reparto de diveros territorios europeos firmado por Molotov y Ribbentrop el 23 de agosto de este año.

30.000 hombres de las fuerzas polacas alcanzan Varsovia tras lograr huir de la bolsa de Kutno (cerca de la capital) y allí siguen luchando desesperadamente. Siguiendo su avance, fuerzas alemanas cercan Lvov.

El general Sikorski constituye en París un gobierno polaco en el exilio, que luego se trasladará a Londres.

El avance soviético alcanza la frontera húngara por el sur y toma Vilna (Lituania) en el norte.

Heydrich da órdenes secretas a sus subordinados: concentrar la población judía con miras a la “solución final” que deberá ponerse en práctica ulteriormente.

La política antisemita se desarrolla en un detallado plan para concentrar y eventualmente aniquilar a los judíos europeos. Los nazis primero crean ghettos en el Gobierno General (un territorio en Polonia centra oriental en el que los alemanes crean un gobierno alemán) y en Warthegau (un área de Polonia occidental anexado a Alemania). Los judíos polacos y de Europa occidental son deportados a estos ghettos. El termino “ghetto” viene del nombre del barrio judío de Venecia, establecido en 1516. Durante la Segunda Guerra Mundial, los ghettos son distritos urbanos (a menudo cerrados) en los cuales los alemanes fuerzan a la población judía a vivir en condiciones miserables. Los ghettos aislan a los judíos, separándolos de la población no judía así como de las otras comunidades judías. Entre ghettos y campos de concentración, los nazis crearán más de 940 centros. Los alemanes consideran la creación de los ghettos como una medida provisoria para controlar y segregar a los judíos. El ghetto más grande en Polonia será el ghetto de Varsovia, donde aproximadamente 450.000 judíos serán hacinados dentro de un área de 1.3 millas cuadradas. Otros ghettos importantes serán los de Lodz, Cracovia, Bialystok, Lvov, Lublin, Vilna, Kovno, Czestochowa, y Minsk.