En 1940, Arístides de Sousa usa su cargo como cónsul en Burdeos para expedir visados a cerca de 3.000 refugiados que huyen de los nazis.

HITLER intenta hacerse con el control de Gibraltar alentando a FRANCO a que lo tome por las armas, lo cual no se produce. En la Segunda Guerra Mundial es objeto de una intensa actividad de espionaje. Por parte británica, entre otros, de la mano de Ian Fleming, creador del cinematográfico agente James Bond, quien desde Gibraltar monta la Operación Goldeneye para organizar actos de sabotaje en España si ésta entra en guerra al lado de Alemania. Por parte española, por vigilar las maniobras británicas, el joven falangista Luis López es arrestado y ejecutado por los británicos acusado de espionaje.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la Iglesia luterana en Noruega se convierte en un auténtico foco de resistencia contar los nazis. Uno de los resultados de esta postura será el hecho de que un número muy elevado de judíos salve la vida durante el Holocausto.

Durante dos meses, la Unión Soviética ha sufrido humillantes derrotas a manos de los fineses, mientras Gran Bretaña y Francia, más preocupadas por golpear a los desfallecientes soviéticos que a los formidables alemanes, preparaban una fuerza expedicionaria para enviarla a Finlandia. Sin embargo, Noruega y Suecia, ansiosas por conservar su neutralidad, se niegan a permitir el paso de aquella fuerza. (En justa reciprocidad, STALIN no puede dejar de ver en británícos y franceses a sus enemigos, y por eso se aproxima a Alemania, algo que al cabo resultará perjudicial tanto para Occidente como para la propia Unión Soviética.)

En Alemania empiezan las primeras deportaciones de judíos, especialmente de Pomerania.

HITLER ordena la guerra sin límites a los submarinos. Cualquier barco que se sospeche que está bajo control británico, puede ser torpedeado sin aviso. Esta iniciativa se ha hecho ya evidente con el hundimiento de los barcos daneses, holandeses, noruegos y suecos durantes los días precedentes a la orden.

En Irak, en marzo de 1940 Nuri As-Said es reemplazado por el radical nacionalista árabe Rashid Alí-Gailani, que inicia una política de no cooperación con Gran Bretaña. La presión británica para reforzar la alianza acaba provocando una revuelta militar.

El traslado de los judíos al «Gobierno general» en Polonia, queda en suspenso a causa de las dificultades de transporte.

Aproximadamente 22.000 agentes polacos han sido apresados por el Ejército soviético cuando éste ha invadido el este de Polonia en septiembre de 1939. Las autoridades polacas declararán que todos los prisioneros son asesinados, en la fecha, por orden de STALIN, aunque tan sólo se encontrarán e identificarán 14.000 cuerpos en una fosa común en Katyn, Mednoye y Kharkov, (posteriormente Ucrania). La búsqueda del resto seguirá 60 años después. Posteriormente se conocerá una carta de esta misma fecha, de Lavrenti Beria, jefe de la policía secreta soviética, recomendando la ejecución de los prisioneros de guerra polacos, a los que califica de “permanentes e incorregibles enemigos del poder soviético”. La carta lleva la firma, estampada con un lapicero azul, del líder supremo de la URSS, Iosif Stalin, con la palabra al lado «za», que quiere decir “a favor”. Durante décadas, la Unión Soviética no ha reconocido su participación en la muerte de los oficiales polacos. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, la versión oficial soviética culpaba de lo sucedido a la Gestapo nazi. La llegada de la perestroika abrió el largo camino de la verdad.

Convencido de su habilidad estratégica después de la victoria en Polonia de 1939, HITLER ordena el ataque a Noruega. Dinamarca también se incluye en sus planes.