ALFONSO de la Cerda (Hijo de Fernando de la Cerda y nieto de Alfonso X)

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La sublevación que se produce como consecuencia de la muerte del valido es aplastada rápidamente.


La sublevación que se produce en Vizcaya como consecuencia de la muerte del valido López Díaz de Haro a manos de SANCHO IV, es aplastada rápidamente por éste. DIEGO LÓPE de Haro, hermano y heredero del asesinado, huye a Aragón para reunir a todos los nobles enemigos de SANCHO IV, a ALFONSO III el Liberal y a los franceses parientes o partidarios de los infantes, para derribar al monarca homicida y sustituirle por su sobrino ALFONSO de la Cerda. La presión de este bando obligará al rey de Castilla a una jugada llena de riesgos: el Tratado de Lyon.

La coronación de ALFONSO de la Cerda no produce en Castilla ninguna reacción en su favor.


Ciertamente, la coronación de ALFONSO de la Cerda no produce en Castilla ninguna reacción en su favor. La guerra se reduce a unas pocas acciones bélicas de escasa importancia. SANCHO IV aprovecha para prescindir de su compromiso de entregar el reino de Murcia, y la aventura de ALFONSO de la Cerda se va desvaneciendo por sí sola, dejando tras de sí sólo pequeños rescoldos.

Es coronado Alfonso de la Cerda como rey de la Corona de Castilla y se dispone a derribar a Sancho IV.


La réplica aragonesa no se hace esperar. ALFONSO III el Liberal no acepta el tratado firmado entre FELIPE IV de Francia y SANCHO IV de Castilla y, como reacción al mismo, libera a ALFONSO de la Cerda y lo hace proclamar rey de Castilla y León en Jaca. ALFONSO el Liberal, que no parece conforme con el tratado de Almizra, pretende que ALFONSO de la Cerda consiga, a cambio de sus reclamaciones al trono de Castilla, un reino en Murcia. Esto representaría apartar a los castellanos del Mediterráneo y crear un reino que ALFONSO el Liberal podría controlar casando al infante de la Cerda con su hija Violante. Su coronación tiene lugar en Jaca el mes de setiembre de 1288 y, tras ella, el pretendiente reúne en torno a él a DIEGO LÓPEZ de Haro y a algunos castellanos desterrados disponiéndose a derribar a SANCHO IV.

JAIME II el Justo, pone en marcha un plan destinado a destruir la unión entre Castilla y León.


Por su parte, JAIME II el Justo, rey de Aragón, que teme el excesivo poder de Castilla, pone en marcha un plan destinado a destruir la unión entre Castilla y León. Con la connivencia de una parte importante de la nobleza castellana, pretende que Castilla sea regida por ALFONSO de la Cerda mientras que el infante JUAN debe convertirse en rey de León. El reino de Murcia sería para Aragón mientras que algunas plazas fronterizas pagarían la participación de Navarra y Portugal.

El traidor infante JUAN regresa a Castilla y reclama su derecho al trono.


En efecto, el traidor infante JUAN regresa a Castilla, con el apoyo de DIONISIO de Portugal, y reclama su derecho al trono. Los nobles vuelven a la lucha para conseguir mayores privilegios.

El rey nazarí y el aragonés firman un tratado de paz y de ayuda mutua contra Castilla.


El plan de JAIME II consiste, primero en enfrentarse a Castilla (debilitada por la minoridad de FERNANDO IV el Emplazado), arrastrando en la contienda a Granada y, después, llevar a Castilla contra Granada, al mismo tiempo que se neutraliza a Marruecos, donde los benimerines han conseguido ampliar su dominio. De acuerdo con la primera parte de este esquema, el rey nazarí y el aragonés firman -en la fecha- un tratado de paz y de ayuda mutua contra Castilla. En esta misma línea, JAIME II el Justo da soporte a ALFONSO de la Cerda en sus pretensiones al trono, porque le hace fuertes cesiones: Cuenca y otras villas por un lado y Murcia por el otro.

JAIME II el Justo se lanza contra Alicante, Elche, Orihuela y Murcia a la que ocupa.


El ataque es simultáneo y aterrador. MARÍA de Molina y FERNANDO IV quedan aislados en Valladolid, mientras el reino es atacado por todas partes. DIONISIO I de Portugal remonta el Duero camino de Valladolid, JAIME II el Justo se lanza contra Alicante, Elche, Orihuela y Murcia a la que ocupa el 2 de agosto. Fernando de la Cerda, hermano de ALFONSO, con ayuda aragonesa y navarra, penetra hasta Sangüesa. El intento de ALFONSO de la Cerda para penetrar en Castilla por el sector de Cuenca fracasa. Lo cierto es que cuando DIONISIO I está llegando a Simancas, y tiene Valladolid al alcance de la mano, desiste de su empresa y regresa a Portugal. Al fracasar el intento de ALFONSO de la Cerda, JAIME II se ve obligado a cambiar de política respecto a Castilla; es decir, se alía con FERNANDO IV el heredero designado por el rey.

Mohamed II -rey de Granada- reconoce como rey de Castilla a ALFONSO de la Cerda, a cambio de unas plazas que éste le ofrece.


Mohamed II -rey de Granada- reconoce como rey de Castilla a ALFONSO de la Cerda, a cambio de unas plazas que éste le ofrece. Esta decisión obliga al rey de la Corona de Aragón, JUAN II el Justo, a cambiar de estrategia: la de trabajar por otra triple alianza, la de Aragón, Castilla y Marruecos contra Granada, la única fórmula que le permitirá continuar la expansión peninsular de la Corona. Pero Mohamed II muere pocos meses después y su sucesor, que intenta seguir la política expansionista de su antecesor, pronto se ve obligado a preocuparse de problemas internos y a establecer una tregua.

Castilla y León establecida la paz con Granada, se inician las conversaciones para llegar a la paz con Aragón.


Castilla y León establecida la paz con Granada, que conserva aquellas villas que ha conquistado durante su ofensiva, se inician las conversaciones para llegar a la paz con Aragón. Así, como parte de la sentencia arbitral de Torrellas, los reyes JAIME II de Aragón y FERNANDO IV de Castilla y León acuerdan la renuncia de ALFONSO de la Cerda a todos sus derechos sobre el trono de Castilla. En compensación, es designado Señor de Alba, Béjar y Gibraleón. ALFONSO se establece en Francia donde el rey Carlos IV lo nombra barón de Lunel en la región de Languedoc-Rousssillon. Por otra parte, se incorporan en la Corona de Aragón varias comarcas próximas a Alicante Así empieza una etapa de paz que JAIME II el Justo aprovechará para sanear la tesorería y para reorganizar la curia palatina siguiendo el modelo siciliano de los Hohenstaufen.