TEODORICO II accede al trono de los visigodos (453-466). Los primeros reyes visigodos, Walia (415-419), Teodorico I (419-451) y Turismundo (451-453) han dejado en paz a los católicos, lo cual les ha permitido reorganizarse dentro de la nueva institución del reino visigodo. Pero con TEODORICO II empieza un período de persecución, que no cesará definitivamente hasta la conversión de Recaredo en 589.
TEODORICO II (Rey visigodo de HISPANIA) (453-466)
Total de piezas: 11
En la batalla del río Órbigo (LEÓN) el visigodo TEODORICO II vence y ejecuta al rey suevo REQUIARIO.
El intento de expansión de los suevos por la zona cantábrica y el valle del Ebro, territorios nominalmente del Imperio romano, pone en guardia a los visigodos de Tolosa. TEODORICO II, tras participar en la represión de la revuelta social de los «bagaudas» en la Tarraconense, acude a combatir a los suevos, utilizando la calzada romana Asturica-Burdigalam (Astorga-Burdeos), haciendo frente a su penetración intensiva en tierras peninsulares. El gran encuentro -la «batalla del río Órbigo»- se produce el 5 de octubre del 456 cerca del río Órbigo (León), donde TEODORICO II vence y ejecuta al rey suevo REQUIARIO acabando con el dominio de éstos en gran parte de Hispania. La victoria visigoda es total.
Los visigodos atraviesan el reino de los suevos, Bracara Augusta, Portus Cale y llegan a Emerita Augusta.
Tras la batalla del río Órbigo en que TEODORICO II, vence a los suevos, se establecen guarniciones para hacer frente a las incursiones de vascones y cántabros, guarniciones que acabarán presionando sobre dichas tribus e invadiendo su territorio (456-481). Por otra parte, los visigodos atraviesan el reino de los suevos, Bracara Augusta, Portus Cale y llegan a Emerita Augusta.
Es escasa la aportación de los visigodos tanto a la cultura como a la «sangre» de los hispanos.
A pesar de que con los años, los visigodos conseguirán ocupar finalmente toda la antigua Hispania, no serán abundantes los restos arqueológicos que nos quedarán de su paso y breve estancia. Su dominio más bien será militar y de aparato político y su presencia breve en número de gentes germanas. La cultura hispanorromana apenas si será rota por su presencia, y más bien se tratará de una continuidad del mundo tardorromano con muy escasas aportaciones germánicas. Así, por lo tanto, será escasa la aportación de esta nueva estirpe europea tanto a la cultura como a la «sangre» de los hispanos.
Los visigodos darán a sus reyes el título de «Vascones Domuit» (dominó a los vascones), algo que nunca conseguirán.
A lo largo de estos años (456-481), los visigodos tratarán individualmente con los diversos dirigentes vascones su sumisión. Los visigodos darán tanta importancia a dominar a las diferentes tribus vascas que sus reyes se darán el título de «Vascones Domuit» (dominó a los vascones), algo que nunca conseguirán. Puesto que los visigodos no piensan establecerse en las tierras del norte, esta sumisión deberá implicar solamente una alianza militar y una vinculación jurídica al dominio real visigodo, y evidentemente, un convenio de no agresión. Naturalmente, los jefes de aldeas y valles olvidarán pronto sus convenios cuando el ejercito visigodo abandone el lugar, salvo que les reporte algún beneficio. En cambio las ciudades respetarán sus compromisos, éstas (Pamplona y algunas ciudades del valle del Ebro) disponen de una administración que en sus aspectos principales es continuadora de la administración romana y consideran a los visigodos (en proceso de romanización) como aliados imperiales, tal como han actuado durante años. Los dirigentes vascones de las ciudades, generalmente propietarios más o menos ricos, no se oponen a una dominación diferente a la imperial, siempre que garantice su tranquilidad y sus propiedades.
El rey suevo Remismundo (457) procura la amistad con el visigodo TEODORICO.
El rey suevo REMISMUNDO (457) procura la amistad con el visigodo TEODORICO II recibiendo como esposa una princesa visigoda. Se inicia el reinado de TEODORICO II, rey de los visigodos (453-466) que expandirá sus dominios en la Galia y en Hispania.
Un ejército visigodo se dirige nuevamente hacia Hispania, conquistando la provincia de la Bética.
TEODORICO II, rey de los visigodos, combate en Arles contra Mayorino, al mismo tiempo que un ejército visigodo al mando del conde Cirila, se dirige nuevamente hacia Hispania, conquistando la provincia de la Bética.
Los visigodos, desde Emerita Augusta, presionan sobre Hispalis en manos de los suevos desde 441.
Los visigodos, desde Emerita Augusta, presionan sobre Hispalis en manos de los suevos desde 441.
Se produce la orden de expulsión de Arnorio, último magister militum del Imperio en Hispania.
TEODORICO II, rey de los visigodos, renueva sus pactos de federación con el Imperio y refuerza en éste la influencia visigoda especialmente en lo que se refiere a la Península Ibérica. De hecho en 464, se produce la orden de expulsión de A?RNORIO, último magister militum del Imperio en Hispania.
En Hispania, el rey suevo REMISMUNDO por la presión de los visigodos, se convierten al credo arriano
La influencia visigoda en Hispania se deja también sentir en el terreno religioso. Como resultado del acuerdo concertado entre TEODORICO II y REMISMUNDO, Ajax llega a Galicia (465) con la misión de arrianizar al pueblo suevo. Se conoce muy poco acerca de la situación religiosa de los suevos en este momento. No obstante, se sabe que Réquila murió pagano y que su hijo Rekhiario era católico. Es probable que el pueblo fuese en parte pagano y en parte católico. La arrianización de los suevos, que ahora se producirá, hace que esta herejía pase a ser la confesión oficial y predominante durante todo un siglo, y así podrá hablarse de san Martín de Braga como el apóstol de los suevos que convertirá a este pueblo a la fe católica. En Hispania, el rey suevo REMISMUNDO y gran parte de su pueblo, por la presión de los visigodos, se convierten al credo arriano, comenzando una persecución contra los cristianos de dogma católico y los paganos del territorio. Esta conversión supone una cierta estabilización de relaciones entre visigodos y suevos.