MÁSCARA DE HIERRO (Francia)

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En la fortaleza de Pignerol, de la cual es alcalde SAINT-MARS, existen siete presos, cuyos nombres han sido identificados.


En 1681, en la fortaleza de Pignerol, de la cual es alcalde SAINT-MARS, existen siete presos, cuyos nombres han sido identificados: 1) Nicolás FOUQUET, superintendente de las finanzas francesas; 2) Eustache DAUGER, un criado; 3) el duque Antoine LAUZUN; 4) un fraile dominico cuyo nombre se ignora; 5) DUBREUIL, oficial de los servicios secretos; 6) el conde MATTIOLI, cortesano de los duques de Mantua; y 7) un tal LA RIVIÈRE, criado de Fouquet.

La Liga de Augsburgo, entra en guerra con Luis XIV para poner fin a su política de anexionarse territorios adyacentes a ciudades.


En 1689, una alianza de poderes europeos, la Liga de Augsburgo, entra en guerra con Luis XIV para poner fin a su política de anexionar territorios adyacentes a ciudades conseguidas en tratados anteriores. Los ocho años de guerra terminaron con la Paz de Ryswick, acuerdo en el que ambas partes renunciaron a sus conquistas, aunque Francia retuvo la ciudad de Estrasburgo en Alsacia. Los combatientes habían resuelto solucionar sus diferencias debido a que una nueva crisis internacional asomaba en el horizonte. Carlos II, rey de España, no tenía heredero directo. Un mes antes de su muerte, nombró para sucederlo al nieto de Luis XIV, Felipe de Anjou. Aunque Luis había defendido anteriormente la división de la herencia de la monarquía española, decidió apoyar la candidatura de su nieto a todo el territorio. Los otros estados europeos temieron las consecuencias de la gran extensión del poder de los Borbones que esto generaría, y se unieron en una coalición para evitarlo. La guerra de Sucesión española duró trece agotadores años. Al final, Luis consiguió su principal objetivo y su nieto se convirtió en rey de España con el nombre de Felipe V.

El Parlamento inglés destituye al rey y nombra reyes a MARÍA (1689-1694) y a GUILLERMO III (1689-1702).


En principio, el Parlamento inglés ha ofrecido la corona a MARÍA y la regencia a GUILLERMO. Pero cuando este último insiste en su deseo de ser rey, se acuerda -caso único en la historia de Inglaterra- que GUILLERMO III y MARÍA II de Inglaterra compartan la corona. Su reinado suele designarse como época de Guillermo y María (1689 – 1702). Formaba parte del acuerdo la promulgación de una declaración de derechos en la que se ponían en claro qué derechos asistían al Parlamento. Inglaterra se convierte así en una monarquía limitada, pues el poder regio tiene unas cortapisas cuidadosamente explicitadas. El advenimiento, pues, de la casa de Orange pone fin a las luchas dinásticas y abre para Inglaterra un período de paz religiosa, política y social que permite al país convertirse en breve tiempo en la primera potencia comercial e industrial del mundo. Y sucede esto en una época en la que toda Europa sigue el modelo de LUIS XIV y se vuelve absolutista. Así concluye la última, incruenta y Gloriosa Revolución inglesa de 1688.

Toma posesión del cargo de nuevo gobernador de la Bastilla, M. de SAINT-MARS.


El teniente del rey DU JUNCA da cuenta en un escrito, con su acostumbrada meticulosidad, que en esta fecha toma posesión del cargo de nuevo gobernador de la Bastilla, M. de SAINT-MARS.

Durante muchos años, la atención -en el caso de la Máscara de Hierro- se ha centrado principalmente sobre el conde MATTIOLI.


Durante muchos años, la atención se ha centrado principalmente sobre el conde MATTIOLI, gracias a una confidencia hecha por LUIS XV a la Pompadour y otra de LUIS XVI a María Antonieta. En apoyo de la hipótesis se subraya el atento trato que recibe el prisionero: tiene sentido para el conde MATTIOLI, no lo tiene para el criado DAUGER. Pero estudios más recientes hacen considerar como probable la muerte de MATTIOLI en la prisión de Santa Margarita. Queda DAUGER. ¿Pero cómo es posible que un simple doméstico se haya encontrado en el centro de un asunto de estado tan misterioso y complejo? ¿Quién era en realidad? ¿Por qué esconder su rostro tras una máscara?. Sobre estos interrogantes se devanan los sesos los historiadores. Varios siglos después, la Máscara de Hierro continúa escondiendo su secreto. De todas maneras, parece que el uso de la máscara por este prisionero no se inicia hasta su llegada a la Bastilla e incluso, también parece que no la llevaba obligatoriamente dentro de la prisión como se creyó, sino solamente cuando le podía ver alguien ajeno a la prisión.

En el caso de la Máscara de Hierro, LOUVOIS, encarga a SAINT-MARS que impida se desvele la identidad del prisionero de la Bastilla.


LOUVOIS, que en 1666 había sido nombrado ministro de la Guerra, encarga expresamente a SAINT-MARS que impida por todos los medios que la identidad del nuevo prisionero de la Bastilla, llamado posteriormente en la historia “la Máscara de Hierro”, pueda ser desvelada. Este prisionero ha de ser uno de los que en 1681 estaban bajo la custodia de SAINT-MARS en la fortaleza de Pignerol. Todo ello se conoce por la nutrida correspondencia del ministro LOUVOIS con el carcelero SAINT-MARS. Pero de los siete prisioneros que en 1681 había en Pignerol, ¿cuál de ellos es el que se esconde tras una máscara?. Los detectives de la historia, después de complicados razonamientos, han terminado -en la actualidad- por restringir la investigación a sólo dos de ellos: DAUGER y MATTIOLI.

SAINT-MARS llega a la Bastilla llevando en su litera a un antiguo prisionero, al cual se ha de tener siempre enmascarado.


SAINT-MARS proviene de la cárcel de Santa Margarita y llega llevando en su litera “a un antiguo prisionero, al cual se ha de tener siempre enmascarado y cuyo nombre no se puede decir jamás.” Este prisionero antes de terminar en la Bastilla, había estado recluido en las prisiones de la fortaleza de Pignerol y en la cárcel de Santa Margarita y siempre había estado bajo la vigilancia del gobernador SAINT-MARS. ¿Quién era este prisionero?. Nadie sabe cómo se llama, nadie puede ver su rostro: está oculto detrás de una máscara. Sólo se sabe que debe ser un personaje de alto linaje ya que se le trata con gran respeto.

Fallece el hombre de la máscara de hierro.


El teniente del rey de Francia, DU JUNCA, escribe que en la Bastilla: “el 19 de noviembre de 1703, aquel prisionero desconocido, siempre enmascarado con un antifaz de terciopelo negro… habiéndose indispuesto ayer al salir de misa, murió hoy a las diez de la noche sin haber tenido una larga enfermedad…” Añade que es enterrado al día siguiente. Y al margen, como escrito después del entierro, añade en el documento oficial que se ha enterado que ha sido inhumado con el nombre de MARCHIALY. De hecho, existe la fotocopia del acta del entierro: “Le 20, MARCHIALY, age de quarante-cinq ans; ou environ, est décédé a la Bastille…” Como escribe DU JUNCA, este prisionero llevaba un antifaz de terciopelo negro, el novelesco “loup”, que era un antifaz veneciano, que velaba la parte superior del rostro. En esta fecha, LOUVOIS está ya muerto, pero el Rey Sol vive todavía.

El duque de Saint-Simon registra con cuatro palabras la muerte de SAINT-MARS, el carcelero de la “Máscara de Hierro”.


El duque de Saint-Simon registra con cuatro palabras la muerte de SAINT-MARS, el carcelero de la “Máscara de Hierro”. Escribe solamente: “SAINT-MARS, gobernador de la Bastilla, murió por aquellos días muy viejo, Bernaville, que era su lugarteniente, le sustituyó en este empleo de primera confianza.” De hecho, SAINT-MARS muere en la Bastilla, de la que ha sido su gobernador hasta el último suspiro, tiempo después de la muerte de su principal prisionero, a la edad de ochenta y dos años.

La princesa CARLOTA de Baviera escribe a su tía SOFÍA de Hannove en relación al enmascarado de la Bastilla.


Durante los cinco años de su permanencia en la Bastilla, el llamado “MARCHIOLY” había vivido en estrecho aislamiento, en un alojamiento especial contiguo al apartamento del gobernador, y su presencia pasó casi inadvertida por todo el mundo. Pero su muerte provocó una oleada de curiosidad que fue acentuándose con el tiempo. La primera noticia del enmascarado proviene de 10/10/1711 -aún bajo el reinado de LUIS XIV-, y figura en una carta que la princesa CARLOTA de Baviera (cuñada de LUIS XIV), escribe a su tía SOFÍA de Hannover: “Un hombre ha permanecido en la Bastilla durante largos años y ha muerto allí enmascarado. Siempre tenía junto a él dos mosqueteros dispuestos a matarle si intentaba quitarse la máscara. Debía de haber razones muy graves para aconsejar un tratamiento así, porque por lo demás era tratado con atenciones, estaba bien alojado y se le concedía todo lo que pedía. Nunca se ha podido saber quien era.”