La Internacional Socialista inaugura en Barcelona (del 19 al 26 de junio de 1870) las sesiones del primer Congreso Obrero Español y allí participan diferentes tendencias: una de carácter reformista o mutualista (partidaria del trabajo seguro y pan barato), la república federal (defendida por Pi i Margall), la cooperativista (Roca Gales), y una definida como colectivista que termina predominando y que concretamente se puede definir como el lema que adopta: En economía, colectivista. En religión, ateos. En política; anarquistas. Las decisiones del Congreso establecen que se defiende una sociedad en la que queda abolido todo privilegio, toda explotación, y pretende que se debe garantizar la igualdad económica y social de todos los individuos, socializar los medios de producción, sustituir la economía mercado por una de consumo con reparto equitativo, y oponer la administración de las cosas sobre la administración de los hombres.

La «Renaixensa» empieza a publicarse, en la fecha, en Barcelona. El último número será publicado el 9 de mayo de 1905. Inicialmente fue de publicación quincenal hasta el 1881 en que se convirtió en una publicación diaria. Francesc Matheu se convirtió en su primer director. Nació con idea de ser una revista dedicada a la literatura y a la ciència, declarándose apolítica, sin embargo, desde 1873 , aparecieron publicados artículos con un contenido marcadamente político, centrados especialmente en las cuestiones catalanas . El 1878 la revista sufrió una suspensión de medio año por por la divulgación de este tipo de artículos. Bajo la dirección de Angel Guimerà, la revista siguió siendo eminentemente literaria. Aparecían obras de los principales autores de la época así como investigaciones históricas o las polémicas que tenían lugar dentro del entorno cultural catalán como las relativas a la gramática .

El tranvía inicia su andadura por las calles de Madrid el 31 de mayo de 1871. (Barcelona lo hará en 1872). Este servicio se inicia con coches arrastrados por mulas. La línea nacía en la calle de Serrano, por la calle de Alcalá llegaba a la Puerta del Sol y seguía hasta el barrio de Pozas. Disponía de 24 coches, cada uno de los cuales costó 2.000 pesetas, y de 120 caballerías. Cada coche tenía capacidad para 24 pasajeros, 16 en el interior y 8 en la imperial, al descubierto.

En los meses de agosto y septiembre, AMADEO I -rey de España- viaja por Albacete, Valencia, Castellón, Tarragona, Barcelona, Girona Lérida, Zaragoza y Logroño, en un intento de ganarse las simpatías populares, pero no obtiene los resultados que esperaba. Cuando el rey AMADEO I se encuentra en Lleida, se presenta inopinadamente en una Barcelona de pleno entregada a las fiestas mercedarias, y provoca algún que otro problema de protocolo y una cierta perplejidad entre las autoridades. Su Majestad irrumpe en el Café de las Siete Puertas y a la hora de despedirse paga religiosamente la cuenta, pese a la insistencia de Josep Cuyás su propietario, en invitarle.

Hasta 1871 no puede celebrarse la primera gran celebración de las «Festes de la Mercè», debido en 1868 y 1869 por el estallido de la revolución y en 1870 por la epidemia de fiebre amarilla. Exposiciones de pintura, de uvas y de productos agrícolas. Bailes folklóricos. Carreras de caballos. Calles adornadas e iluminadas. Conciertos de bandas militares. «Cercaviles» con gigantes, cabezudos y entremeses de Corpus. Ferias de ganado. Sesión literaria en el Saló de Cent. Cantos corales mañaneros, conocidos como «alborades». Éstas son algunas de las tentaciones propuestas a los barceloneses. Aunque se tienen noticias de sucesivas celebraciones de festejos en los días 24 de setiembre a partir de 1871, parece que la conmemoración de la Virgen de la Mercè consolidará su prestigio popular y se arraigará en el calendario festivo de Barcelona, bastante más tarde, quizá a principios de siglo XX, y definitivamente a partir de 1976.

El Ateneo Barcelonès es fundado el año 1872 a partir del Centro Mercantil Barcelonés y del Ateneo Catalán. El Centro Mercantil se había formado de la fusión del Casino Barcelonés y del Círculo Mercantil. El Ateneo Barcelonés es una plataforma del sector intelectual conservador. La primera junta la preside el catedrático Manuel Llevarán y Bas. El Ateneo organiza ciclos de conferencias sobre temas que preocupa a los intelectuales y los profesionales barceloneses. En 1877, a principios de la Restauración, un serie de discusiones políticas provocará una escisión, de la cual surgirá el Ateneo Libre de Barcelona, que no prosperará.

El 27 de junio de 1872 se inaugura la primera línea tranviaria en Barcelona, con tranvías de dos pisos y tracción a sangre, entre el Pla de la Boqueria y Josepets (actual plaça Lesseps). (Madrid lo ha hecho en 1871).

No podía seguir así la situación, y con la llegada fortuita del yerno de Carlos Marx, Paul Lafargue, hispanohablante, exiliado de la Comuna, explota el polvorín. En julio de 1872, se publica un manifiesto contra la Alianza, que la denuncia como sociedad secreta, así como a sus miembros. Se escinde en dos ramas el movimiento obrero: la que se convertirá en socialista, con Pablo Iglesias, y la que será anarquista con Anselmo Lorenzo.

Pero esta victoria no acaba de gustar a los republicanos federalistas radicales que mandan en Barcelona. Estos creen que se ha de ir inmediatamente a una República Federal y que es necesario construir, cuanto antes, el Estado Catalán. Así, intentan por tres veces proclamar en Barcelona el «Etat català», el 12 de febrero, el 21 de febrero y el 8 de marzo. Estanislao FIGUERAS, presidente de la República, se enfrentará con ellos y les hará desistir de su empeño a cambio de la disolución del ejército en Catalunya.

La nueva situación todavía agrava más las divisiones entre los federales. Mientras tanto, el gobierno de Madrid, apoyado por los federales moderados, intenta evitar un nuevo movimiento juntista. En Barcelona, la situación de inestabilidad creada por la deserción del capitán general es utilizada por los federales intransigentes y algunos núcleos obreros para organizar movilizaciones. A partir del 20 de febrero, se celebran manifestaciones para pedir medidas sociales y que la Diputación de Barcelona se constituya en una Convención del estado de Catalunya. Proclamada la República, se hacen manifestaciones y proclamas que exigen construir una república federal ‘desde abajo’. Se pronuncian a favor los federales de Barcelona y varios ayuntamientos, como los de Rubí y Gràcia.