En el mes de marzo de 1941 se celebra en el paraninfo de la Universidad de Barcelona un acto de confraternización cultural con la Alemania nazi. Bajo una gran esvástica que preside el recinto se exponen diversas publicaciones nacionalsocialistas y españolas del momento que muestran la convergencia de los planteamientos políticos e ideológicos de ambos regímenes.

La novelista española Carmen Laforet obtiene el primer Premio Nadal, otorgado en Barcelona, por su novela Nada. A partir de ese año el premio es concedido anualmente en el mismo día, convocado por Ediciones Destino.

En 1947 hubo dos intentos anarquistas: un ataque suicida del grupo Los Maños, en Zaragoza, que se frustró por estar inservibles las bombas, y otro en el monumento a Colón, en Barcelona. Domingo Ibars y Pere Adrover desistieron por miedo a una masacre entre el numeroso público. Los dos quedaron en intento.

El incremento demográfico de los años cuarenta y cincuenta fue acompañado también de la concentración de la población en torno a las grandes ciudades, muy especialmente Barcelona. A la vez, este incremento rápido y concentrado, causado por las posibilidades de trabajo, no iba acompañado en cambio por ofertas de vivienda asequible. Por esto se produjeron fenómenos como el de los rellogats, el barraquisme y, incluso, el trogloditisme. Se calcula que el 1949 en Barcelona vivían en cuevas unas 5.000 personas y más de 60.000 en barracas. Los intentos oficiales por paliar este problema, como la Obra Sindical del Hogar, sólo ofrecieron soluciones parciales, como las viviendas del Congreso Eucarístic.

Se constituye, en la fecha la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, S.A., con un capital de 600 millones de pesetas, en el que participan el Instituto Nacional de Industria (INI) con el 51 % y seis bancos con el 42%. FIAT italiana aporta el 7% restante y su licencia de fabricación. Comienzan las obras de la fábrica en la Zona Franca de Barcelona.

La dureza de las condiciones de vida de la posguerra provoca algunos estallidos de contestación prácticamente espontáneos, como la denominada huelga de los tranvías. Esta protesta es provocada por el aumento del precio del billete de los tranvías de Barcelona, que el gobierno sitúa un 40% más caro que en diciembre de 1950. La respuesta ciudadana es el boicot al uso del tranvía, que empieza el 1 de marzo de 1951 y que consigue en cinco días que el gobierno ceda en sus pretensiones. Por primer vez los ciudadanos consiguen que el Estado se haga hacia atrás, puesto que no sabe como reprimir una huelga tan especial. Durante estos días los barceloneses se desplazan sobre todo a pie y los tranvías circulaban vacíos. Lógicamente, este hecho tiene muchas consecuencias políticas, con varias dimisiones, entre las cuales el alcalde de Barcelona, el barón de Terrades, el gobernador civil, Baeza Alegría, y el capitán general. La huelga de los tranvías deja en ridículo a las autoridades locales ante del gobierno.

Como consecuencia del éxito del boicot a los tranvías, una asamblea de delegados sindicales convoca una huelga general contra la carestía de la vida para el 12 de marzo. Huelga que es seguida por unos 300.000 trabajadores en Barcelona y en otras ciudades industriales catalanas. El capitán general de Barcelona, Juan Bautista Sánchez, conocido por su tendencia monárquica y por tener buena relación con la sociedad catalana, niega una petición para que intervengan las tropas del ejército. Después de varios días se aplican métodos de fuerza y los trabajadores empiezan a regresar a sus trabajos, pero han obtenido ventajas económicas. Se nombra entonces gobernador civil de Barcelona al general Felipe Acedo Colunga, de la línea dura, y gobernará con firmeza durante los diez años siguientes.

Cinco miembros de la CNT son los últimos fusilados en el Camp de la Bota. Desde la entrada de las tropas franquistas en Catalunya han sido ejecutadas 3.385 personas.

Fruto del ambiente de exaltación nacionalcatólico que se vive en todo España desde 1939, el obispo de la diócesis de Barcelona, Gregorio Modrego obtiene del Vaticano la celebración del primer Congreso Eucarístico Internacional tras la Segunda Guerra Mundial (XXXV Congreso Eucarístico). Se trata de una propuesta muy ambiciosa, útil para la Iglesia para volver a demostrar su poder, y para el régimen, para ofrecer al mundo una imagen de estado católico. Los actos se celebran del 27 de mayo al 1 de junio de 1952 -con asistencia del general FRANCO en su clausura- y supondrán una gran movilización pública, con comuniones colectivas de hasta 90.000 personas y consagraciones conjuntas de más de 800 curas. También se pone en marcha la construcción de las Casas del Congreso, que representarán 6.000 viviendas en diversas poblaciones. En Montjuïc, medio millón de creyentes reciben la eucaristía y oyen al cardenal Spellman proclamar: «O religión o comunismo».

Se inaugura la fábrica de la Seat en Barcelona. El 13 de noviembre de este mismo año, sale de las cadenas de montaje el primer coche SEAT: un 1400, matrícula B-87.223. Producción diaria: 5 coches. Plantilla: 925 personas.